Si se fijan las dos entradas que subí hoy parece que ha sido un día perfecto. Y es cierto. Pero por rumbos diferentes: mientras me era previsible la alegría del cumple de Julián, no me esperaba la sorpresa "para mí" que he recibido después de mucho desearla. Dicen que todo llega, que cuando menos nos lo esperamos, que las hadas madrinas no existen pero que las hay las hay.
Yo quiero creer que me lo merezco y que el universo se encarga de hacerme saber (a veces, hoy por ejemplo) que él también sabe (el universo) y me recompensa (cuando puede y mi inconciente lo deja).
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