Ayer le leí a mi médica clínica literaria el capítulo en el que la abuela le tira las cartas a mi narradora del año 2172 y su antepasada del 2019 va a preguntarle a una tarotista de su tiempo algo sobre los finales (de vida, de viaje). Cosa e mandinga pero las respuestas para ellas me llevaron al final de esa novela.
Ya tengo el arco narrativo. Ahora puedo dedicarme al reboque y la pintura.
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