Creo que cada vez lo soy en mayor porcentaje. Caen las máscaras, los premios consuelo, los recursos de supervivencia, los tanteos y atajos de la vida cotidiana. Y queda el deseo y el placer y lo que más me cuesta y lo que más me gusta. Escribir, crear personajes, universos, historias, versos. También cantar, bailar y hacer música. También cuidar mis plantas y espiar a mis hijes y acompañar a mis nietes y leer con otres todo tipo de "mensajes". Pero todo eso lo sigo haciendo como escritora, siendo escritora y no madre, ni profe, ni investigadora, ni nada y todo: escritora.
Hoy me levanté, desayuné, me fui a terapia, me encontré a dos cumpas docentes que me hablaron de mi propia vida en las redes y me dieron una boleta para votarles, decidí no ir ni hacer cosas que no tenía ganas, descubrí un podcast nuevo: de editorial Eduvim, sobre un libro genial: El despecho y los afectos feroces, de Camila Arbuet Osuna, que quise comprar pero tecnología me lo impidió hasta que recordé lo endeudaba que estoy y dejé para más adelante, tomé nota de temas en agenda de escritora, almorcé (cocinar para mí misma y solo para mí me es cada vez más placentero y creativo), anoté la letra, escuché de nuevo y le puse los acordes a "La casada infiel" de García Lorca por tangos en versión flamenca, contesté mensajitos en grupos de debate de CF, literatura infantil y novelas contemporáneas, leí al sol La reina en el palacio de las corrientes de aire, recorrí mi jardín juntando cacas y sacando hojitas secas y fotos de nuevos brotes, fui a hacer los mandados, terminé la lectura del Desengaño V de María de Zayas del que vamos a hablar en la reunión de ubacyt del viernes, tomé nota de ideas e hipótesis de lectura, mandé título de ponencia que tengo que escribir para octubre, encontré dos concursos para mandar mis novedades inéditas, uno de cuentos y otros de novela, no sé si un tercero de poesía, escuché clase sobre cómo corregir un cuento dada por Pablo Ramos a quien no conocía, mientras terminé de tejerme una faldita a dos agujas y cené.
Me faltó pasar al drive una idea de final para mi novela de la tía Inés que escribí en mi agenda. Todavía no decidí nuevo título.
Me faltó pasar al drive una idea de final que escribí en la agenda.
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