Taxidermia, la novela de Carolina Musa publicada por Baltasara Editora
Formas de quitarle el cuerpo a la muerte
La muerte, esa certeza a la que estamos arrojados indefectiblemente, siempre es la muerte de otros. O no. Puede que la muerte de otros sea un espejo de la propia, un paisaje donde nos hemos detenido y en el que seguimos operando como autómatas, incapaces de accionar para alterar la inercia hasta que la vida nos ofrece una tregua, otra oportunidad. Eso ofrece Taxidermia, de Carolina Musa.
¿Deberíamos acaso desconfiar? Una tregua es, por definición, una detención en el tiempo, un paréntesis entre dos cosas. ¿Qué haríamos entonces para quedarnos, de esa digresión, algo más que un residuo en la memoria que acabe disolviéndose en espejismos?
Estamos en marzo de 2003, asistimos al inicio de un nuevo proceso luego de que la consumación del modelo neoliberal eclosionara en una crisis institucional sin precedentes desde que volviera la democracia en 1983.
En este contexto, dos personajes ocupan la centralidad de la historia: Uno es Font, el director del Museo de Ciencias Naturales de Rosario, taxidermista, y parte de la generación que puso cuerpo a la revolución que no fue. El otro Carranza, un muchacho de pueblo que sintetiza en su desorientación las consecuencias de las políticas de los noventa y el éxito de la campaña por imponer un modelo vacío de aspiraciones colectivas, iniciado años terribles de la dictadura cívico-militar.
Recorriendo cada uno distintos "momentos del paréntesis", las vidas de Font y Carranza se cruzan, desatando una trama policial grotesca, que linda en especulaciones que recuerdan la obra de Mary Shelley o de Stevenson; y en donde los sueños, por irreales que sean, tienen la densidad misma de la realidad.
Taxidermia, de Carolina Musa. Baltasara Editora, 2023.
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