Qué buena que estuvo. Entrega de premios (Mención especial para mi cuento "La bicicleta"), café y galletitas en el maravilloso patio de la Parroquia en Gurruchaga al 100, nuevas amistades y contactos y fotos con Liliana Díaz Mindurry y Patricia Bence Castilla. Magníficas las reflexiones y la lectura compartida de "Bajo toda la lluvia del mundo" de Hugo Mujica y Sonidos de una fiesta ajena de Daniel Freidemberg. Genial el debate propuesto sobre las relaciones e influencias mutuas de la narrativa y la poesía. Un clima relindo de camaradería y una propuesta editorial que de verdad se ve muy interesante y responsable.
Menos mal que a veces logro luchar contra la fiaca que tenía esta mañana y el autobiocot que me hace esquivar estos eventos que, siempre, terminan gustándome tanto. Lo mismo que tantas otras veces, prometo ser menos arisca.
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