jueves, 31 de julio de 2008

Mi perro

Mi Negro, el guardián de la cuadra, el que vino de la calle a cuidarnos a mis hijos e hija, a mi casa y a mí después de que mi Negrita se nos murió en el verano del 2006.
Mi Negro... acaba de matarlo el colectivo que pasa por la puerta de mi casa. Dijo una vecina que no fue culpa del chofer, que se estaba peleando con otro perro y se tiraron los dos bajo las ruedas. Los mató instantáneamente a los dos.
Mi hijo mayor y yo acabamos de enterrar al mío, y el otro perro sigue tirado en la vereda. Tengo que llorar ahora la muerte de mi bicho y llorarla por mí y por mi hijo y por mi hija y por mi hijito menor. Lloramos y no es posible escaparse.

1 comentario:

cintia dijo...

Qué triste. Sé lo que es. Malena, mi primera perra murió hace mucho. Mi mamá juró que no tendríamos más perros, pero mi insistencia pudo más y llegó Emma. Cuando me casé no pude traerla conmigo y ahora intento convencerlo a Fernando de que un niño sin perro es realmente una cosa muy triste.
Justo ayer mi hermana me ofrecía unos cachorritos que algún hijo de mil dejó en la calle, eran tan hermosos... No sé cómo la gente puede ser tan cruel.
Llorá a tu negro hasta que te quedes sin lágrimas.
Besitos.

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...