" XY es la fómula cromosómica del hombre. (...) Pero aunque XY es la condición fundamental para que se dé un ser humano masculino, no basta para caracterizarlo. (...) Entre XY y la conciencia de identidad masculina, que marca el fin de la evolución del hombre, el camino es largo y está sembrado de dificultades. Contrariamente a lo que siempre se ha creído, es más largo y más difícil que ese mismo proceso en la mujer.
Hasta hace poco la mujer era considerada como el lado oscuro de la humanidad y a nadie se le ocurría preguntarse por el hombre. La masculinidad parecía ser algo evidente: luminosa, natural y contraria a la feminidad. Pero las últimas tres décadas hicieron volar en pedazos esas convicciones milenarias. Desde el momento en que las mujeres decidieron redefinirse, forzaron a los hombres a hacer otro tanto. XY sigue siendo la constante, pero la identidad masculina ya no es lo que era, lo que prueba que no estaba inscrita en mármol.
Enfrentarse a las convicciones más íntimas es un proceso necesariamente largo y doloroso. Basta echarle una mirada a las novelas masculinas de los últimos años para convencerse de ello. Pero este trabajo de deconstrucción no se da por azar; tiene lugar cuando el modelo dominante ha mostrado sus limitaciones. Y eso, exactamente, es lo que ha pasado con el modelo masculino tradicional, desfasado con respecto a la evolución de las mujeres y fuente de una verdadera mutilación de la que los hombres empiezan a tomar conciencia. El antiguo hombre está a punto de desaparecer para darle paso a uno nuevo, diferente, que apenas empezamos a vislumbrar."
Badinter, Elisabeth. "XY, la identidad masculina". Colección Literatura y ensayo. Ed. Norma. Colombia. 1993
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