Ya estamos a fin de año. Me gusta noviembre ahora. Siempre fue mi mes mortal, de loques, de cerrar trimestres y no dar más de laburo. Ahora es otra cosa: cumple de Mile y nacimiento de Felicitas. Sólo tengo que dedicarme a hacer y elegir regalos.
Quisiera no subirme a la máquina de las muestras de fin de año. De flamenco. ¿Para qué? ¿Para sufrir? ¿Para hacerme la que sufro, la que estoy muy ocupada, la que tengo cosas urgentes y problemáticas que solucionar? No hace falta que decida hoy lo que voy a hacer el martes, muchos menos el mes que viene. ¿Te acordás que íbamos a practicar lo de ser irresponsable? ¿Y lo de cagar a la gente que confía en mí? Je. No sé si me saldrá pero quisiera no ocuparme de nada.
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