Bueno, no se cayó nadie pero se desmoronó en plena semana de lluvias continuas. Calculo que este es el pozo que estaba en el terreno que les Guzman compraron con el departamentito de Rafa ya hecho. Elles compraron en 1954 así que el pozo es anterior. Y vaya una a saber cuan dejó de usarse.
Para mí fue una angustia enorme ver eso lleno de agua y no saber hasta dónde llegaba ni si iba a seguir desmoronándose. Mis viejos y repetitivos traumas de desprotección y sensación de que se me abre la tierra bao los pies.
Hablé con todo el mundo pregunté y pregunté y al final solucioné sola y con mucha acción a la ariana. No iba a esperar que Rafael ni nadie se decidiera a llenar el pozo en su tiempo libre o pagaándole el jornal. Empecé a traer carretillas de cascote en cuanto vi que los mazazos que había estado escuchando todo el finde a cinco casas de la mía habían producido una pila en la vereda, mi misma vereda. Les vecines no me atendieron, pero si les molesta que me lleve el cascote que detengan a la ciruja.
El primer día fueron cuatro carretillas, jugando a la Cenicienta, a Aladino y la lámpara maravillosa, a la fuente de los deseos. El agua ya había bajado y todo mundo concidía en que ya no iba a caerse más. Y que ya tenía en el fondo mi macetón blanco de cemento y muchos aloe vera y otras plantas.
Me fui a chusmear con la Fabi que vende balanceados acá a tres cuadras y ubicaba a mi vecina y me contó que trabajaba todo el día, que lo que estaban tirando abajo lo había construido el hijo pero la tormenta anterior le había volteado el tanque de agua y soltado las chapas que calleron como guillotina a lo de la vecina y derrumbaron una pared. Así que sacaban todo a la mierda. Fabi fue la que me dijo por mensajito que decía la vecina que me llevara toddo el cascote que quisiera.
El segundo día fueron 8 carretillas, con pala corta y mvimientos de brazos, piernas y espalda para hacer como que voy a gym y no me quedo dura. Más otra carretilla de rejunte de chapas, medias canaletas y piedras de mi propio terreno. El sábado solamente tres porque tuve y cumple. Y con las 9 de ayer sumé 25. El domingo se me hizo de noche y hoy lunes me levanté a ver si le metía tres más o le hacía colchón de humus. Fue colchón: corté palam palam, morera y ligustro que rebrotaban en el borde del excerco del patio y cubrí todo con pasto cortado. Dicen que va a seguir bajando pero yo ya lo decoré. Después veremos.
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