Leo tirada en el sillón delante de la ventana por dónde entra la última luz de la tarde. No quiero moverme ni para ir a hacer pis ni para cebarme un mate ni para buscar una banana con dulce de leche. Ni molestar a los tres perros tirados acá al lado mío. ¿Cuánto puede durar un momento perfecto? Ya la estoy jodiendo con este teclar en el celu y estas dudas fastidiosas.
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