La vieja de mierda que me ha estado torturando con el alquiler durante los últimos 19 años dice que vendió esta casita que amo pero que, hace años, sé que nunca podré comprar (y que, muy a mi pesar, no compraría en comparación con las bellezas tortuguenses que sí están a mi alcance).
Yo mucho no le creo que la haya vendido pero le dije que OK, que en dos meses se la desocupo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario