Me queda cero paciencia (bah, nunca la tuve ni desée tenerla porque, como la tolerancia, me parece que comunicarse con alguien debería ser compartir y festejar y no "aguantar" como si una fuera buenas y les demás insoportables) para con la gente chota, envidiosa, violenta, competitiva, mezquina, reguladora, normalizadora, que te mira y te dice lo que "deberías hacer" o lo que "a ver cuando..."
Odio a la gente que se dice amiga, que te dice "te quiero" en las redes sociales o en reuniones sonrientes y pedorras y nunca pasa de un nivel de intimidad mínimo o nulo. Jamás algo nuevo, ni original, ni que realmente les conmueva.
Claro que lo que más odio de todo es que me afecte encontrarme a este tipo de gente por todos lados, que me sorprenda, me afecte, me arruine la alegría verles roerme con su chotez desde diversos ángulos, preguntarme sobre cosas que para mí sí son importantes y después medir mis audios o mis charlas en minutos, en exceso de intensidad o cambiar de tema con más grosería que un control remoto.
No quiero adaptarme ni aprender, ni ser sociable. Solamente quisiera no necesitar escribir este post o mirarme al espejo y llorar sola para comprender que elles son les equivocades o, al menos, les no importantes para mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario