"En el mundo de la sexualidad edipizada ya no hay conexión libre de los órganos entre sí, de relación de goce directo. Hay un órgano, sólo un órgano sexual, que está en el centro de la triangulación edípica, el Uno que da su sitio a los tres elementos del triángulo. Es él quien construye la falta, es él el significante despótico con relación al cual se crean las situaciones de las personas globales. Es el objeto completo suelto que desempeña en la sexualidad de nuestra sociedad el papel del dinero en la economía capitalista: el fetiche, la verdadera referencia universal de la actividad, económica en un caso, deseosa en otro. Es en relación con él que se distribuye la ausencia o la presencia: las ganas de pene de ·la chica o el miedo a la castración del chico. El sexo, para todo el mundo, es primero una palabra que designa el falo: Esta sociedad es fálica y en relación con el falo se determina la cantidad de goce posible."
Guy Hocquenghem. El deseo homosexual.
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