domingo, 20 de octubre de 2013

Yo reflexionando sobre maternidades justo hoy...

Ayer, en mi seminario de Teoría Queer, hablábamos sobre el impacto del filicidio en La torre de la Defense de Copi. Me quedé sin poder articular ni mi idea ni mi sensación. Volví a casa, releí y creo que no se trata de que la crueldad tenga un límite para una lectura femenina o feminista o maternal o lo que yo pueda hacer (que me gustan las crueldades de Silvina Ocampo y sus niñas y los cuentos de Samantha Sweblin y Mariana Enríquez). Tampoco creo que una mujer no pueda escribir algo así (valgan los anteriores ejemplos). Tampoco lo veo equiparable a historias como Medea, las Troyanas o el mito de Filomena y Progne ya que se trataría de casos de infanticidios motivados por la venganza o la guerra, inscriptos en La Ley del Padre y con la función de cortar la herencia patriarcal.
Me parece que, en esta obra de Copi (ya me dieron muchas ganas de leer más), en medio de las identidades inestables de todos los personajes, la identidad "Madre" no pudiera verse como un devenir sino que tuviera tal grado de fijación de los cuerpos que la única forma de "aliviarla" (es el término usado por Daphnée para explicar qué sintió cuando mató a su bebé) fuera el "corte", la mutilación de aquello que fija a dicha identidad, es decir, la muerte del hijo. La madre dice que la niña "la fastidiaba" y no deja que ni el padre ni los otros personajes varones interfieran en eso que es "entre ella y yo". Los amigos introducen la legalidad social al querer llevarla a la policía o salvarla de la cárcel, ella, en cambio, sólo quiere enterrar a su hija en el lugar donde nació, devolverla al inicio, ella, que le dio vida, quitársela y que fuera como si nada hubiera sucedido: para no quedar fijada, para dejar de ser "madre" y poder ser "una mujer enamorada", como si ambas identidades fueran completamente incompatibles.
Hay otras madres en la obra: La de Micheline que la llama a medianoche para que vaya a desvestirla para acostarse: también fijada en la identidad "madre (cargosa)" y obligando a fijar identidad al hijo ya que sabemos que, de día, en casa, delante de mamita, la travesti es un muchacho de lentes que ayuda a los vecinos.
Aparece también una referencia a la madre de John de quien Daphnée recibió sus rubíes: "lo único que tengo", dice ella. Ahí, no sé, podríamos ver cómo se corta era herencia matrilineal al tener a John de por medio y al matar a la hija que debía continuar la herencia. No sé, no se me ocurre simbolismo para los rubíes, pero seguro veo la identidad "madre" allá fija en la "suegra".

Por otro lado, si miramos la crueldad del infanticidio del lado del cuerpo muerto de la bebé adentro de una valija o expuesto en su cuna en medio de la escena, lavado y preparado igual que otros cuerpos muertos anteriores, podemos hacer serie con el cordero, la serpiente, la rata y la gaviota y organizarlos en dos grupos: los que son comidos, es decir, procesados para ser incorporados, digeridos, incluidos en el cuerpo propio, y los que deben "volar", los que se espera que resuciten sólo si pueden irse, si pueden dejar de estar pegados a mamá (Daphnée se queja de que la nena no se le separa un segundo). Son casi paralelas las escenas de gaviota muerta-Katia muerta y la madre "olvidándose" que está muerta e insistiendo con subirla a un avión para ir al lugar donde nació. La gaviota revive y sale volando para quemarse en la torre en llamas: la bebé es atada al portaequipaje y también se estrella en el fuego.

Bueno, eso, quizás siga pensando en Copi para mis monografías.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...