Antenoche: Me picaban los mosquitos porque pensé que con el frío ya no hacían falta los insecticidas. Me desperté pensando que eran "Mil grullas" que me sorbían la sangre por leer literatura japonesa.
Anoche: Sábado de dormir cortado porque hay gente en casa que entra y sale a cualquier hora. En cada despertar yo con la idea en la cabeza de que el que llegaba o partía era el Caballero Zifar.
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