Me la regalaron para mi cumple pasado, hace un año menos cuatro días. Tuvo que esperar, como el prota. Esa espera alucinada, ese juego de masculinidades al pedo.
Por suerte no soy varoncito ni militar y mi espera fue productiva: la peli me gustó mucho y no como al prota que cuando le llegó el momento esperado fue demasiado tarde.
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