lunes, 27 de septiembre de 2010

"Tatuaste a la muerte un lunar con tu nombre"

Exequias para una hechicera


Fausto Vonbonek



Ay, Alejandra, es muy probable que duermas,
que tu mirada contemple por fin la amorosa cascada.
Tú más que nadie mereces el sueño,
de ti son las rusias detrás de las lunas.
Nada le debes al ángel que cela tus ojos,
antes de ti las palabras dolían,
luego tú fuiste el alivio, la novia, el espanto,
la calavera del frío,
la piel del horror hilvanada a la noche.
No abandonaste a su suerte los pájaros muertos,
entre sus plumas vertiste una fuente y un par de destinos.
Tú la hechicera, la maga, la orfebre del miedo;
entro flotando a tu sueño en la persa pasión de estas
últimas sombras,
debo ofrendarle a la niebla mis ojos y entrar invisible al jardín
donde duermen tus manos,
cuántos pájaros trinan la ausencia que observas,
tus ojos que tanto dijeron en pocas, tan pocas auroras.
Me acerco a tu niña rodeada de monstruos,
pero no tienes miedo, no más, no tú, corazón,
ilegítima vena de azahares castizos,
no tú que desposas las tumbas,
no tú que estremeces la paz de las horas ruidosas,
no tú que has escrito a la muerte su propio epitafio.
Ay, Alejandra, nunca tus ojos dijeron sollozos,
nunca tus labios miraron los besos,
Oh, abandonada, has logrado vencer la invencible penumbra.
¿Cuántas palabras lloraron por ti lo que en ti fue la lluvia y en ellas
tu sangre?
Vaso de amor o de luz eclipsada,
copo de nieve o nevada memoria,
la poesía te devela mas no te descifra.
De tus dibujos nacieron las alas que hoy surcan suspiros,
siguen doliendo las horas oscuras.
Tú no escapaste,
únicamente tatuaste a la muerte un lunar con tu nombre.
Ya no eres más la extranjera, eres la niña que pinta en tus labios
los besos que el mundo te arroja.



Publicado por Fausto Vonbonek en 15:12

2 comentarios:

Laura Ponce dijo...

Wow! Quién es este muchacho?

Paula Irupé Salmoiraghi dijo...

Poeta chileno, amigo feisbukeano, bloguero. Fijate lik acá a la derecha, si blog es Pareidolias

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...