No leí la obra (a lo que me obligaré esta semana) pero la versión que vi hoy en el Teatro Leopoldo Marechal de San Miguel con mis estudiantes del Sanma fue espantosa. Si eso es la obra es muy mala y que los actores y actrices eran malísimos no me cabe la menor duda: hablaban a los gritos, se equivocaban y se reían solos, intercalaban gestos y bromas chavacanas, de los más berretas (¿será eso el grotesco sanmiguelino?)y le metieron una música de tarantella que sacaba de quicio.
Es una pena que mis alumnos y alumnas se queden con la idea de que el teatro es esta berretada. Algo tendré que inventar para reparar el daño.
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