Amo conocer a estas minas que bailan, que cantan, que la guitarra, que agitan.
Vino Ju con Rocío al Naranjo y alta felicidad verles descubrir el flamenco.
Sentada en esa sillita tan deseada, con la falda negra metida en el orto (dicen que hubo fotos peores eliminadas), entendiendo todo lo que pasaba aunque mis neuronas llegaran con diley a tanta energía, viendo las caras de las conchu en mesa, los aplausos, los jaleos, recibí la maravilla en mí y la devolví, la estoy devolviendo, lo más llena de amor que la cuerpa me deja, me vive en expansión.
Cali es una amestra. Cero presión. Todo compartir y festejar mis aprendizajes. La tenía al lado pensando con los deditos sobre las cuerdas, solucionando, reaccionando, contestando, una magia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario