Acabo de terminar mi primer Highsmith, mi primer Ripley. Y yo que detesto el género policial devoré La máscara de Ripley deslumbrada por esa investigación sin detective, sin misterio sino con el realismo de los ojos del asesino, de la manipulación económica y emocional, de la tematización del arte y del matrimonio como frialdades o construcciones que solo causan dolor y frustración. Muy impresionante el modo de tenernos pendientes de cada acto y de cada emoción mientras se nos cuentan cosas atroces como si nada. Veré qué onda la saga porque ese final... Mmmm... Remanija...
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