Cuando la pobre Laura ve que se me cae el mundo por esperar hasta ¡el miércoles!!!! en que ella pueda traerme un bendito ejemplar para tocar o todos para entregar, inventamos opciones inmediatas: debería haber ido yo a la imprenta también, Julián no puede ir a retirar hoy vienes pero pero pero ¡mañana sábado sí!!!!! Alegría, alegría.
Creo un grupito de editora e hije conmigo que se llama "Libros para Paula" (ya lo tenía de hace unos días que mijito me fue a buscar unos que compré) y combinamos para que Ju pase por donde está Laura a las 14 hs y venga para acá porque quedó para jugar al fulbo con los pibis después de un mes de encerramiento estricto sin contacto CABA- AMBA. A las 13 a Laura se le rompe el auto de no sé quién con quien estaba no sé dónde y no puede llegar, o sí, puede y me tienen una hora que sí que no que voy a matar a alguien.
Finalmente todo tiene final feliz:
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