De cuantas flores conozco
me gusta la margarita
que aunque se seca la mata,
viva queda la patita.
Yo soy la media naranja,
yo soy la naranja entera,
yo soy un botón de rosa,
pero no para cualquiera.
En la puerta de mi casa
tres árbolitos planté:
una fe, una esperanza,
y un jamás te olvidaré.
Clavelito colorado,
sembrado de trecho en trecho:
¿ cómo quieres que te olvide,
si estás sembrado en mi pecho?
Señorita dueña é casa,
cascarita de laurel,
diga si uste´ me quiere,
para mañana volver.
Matita de yerbabuena
nacida en el mes de enero:
¿ cómo te voy a olvidar,
si fuiste mi amor primero?
La naranja bien madura
le dijo a la verde caña:
"¿ Qué bonitos ojos tienes
que parecen que no engañan!.
La vara de San Jacinto
todos los años florece:
la palabra de los hombres
se ha perdido y no aparece.
cuando pasé por tu casa
me tirastes un limón,
el limón me dio en la cara
y el zumo en el corazón
Dicen que el ají maduro
pica más que la pimienta,
así son las malas lenguas
que sin preguntarles, cuentan.
Si quieres que yo te quiera,
te has de sahumar con romero
para perder el hedor
del que te quiso primero.
Yo sembré la yerbabuena
para no sembrar culantro.
Amorcito, ¿ Cómo haremos para no querernos tanto ?
¡Viva el sol, viva la luna!
¡Viva la flor de romero!
¡Viva la fortuna mía!
¡ La gloria de ser soltero!
Como me ves chiquito,
crees que no sé de amor:
yo soy como el frejolito
que regando echa la flor.
El aguardiente de caña
nacido de verde mata
hasta a los hombres de bien
los hace andar en cuatro patas.
Fíjate en el marañón
cuando está recién pintón,
ábreme el pecho y registra
y verás que no hay traición.
La naranja bien madura
le dijo a la verde verde:
" Un hombre con tres mujeres
hasta la vergüenza pierde".
Yo sembré mi naranjito
en medio del naranjal;
¿ para qué lo sembraría,
su tu amor se va a acabar?.
La naranja madura
le dijo a la verde verde;
"Que bonitos son tus ojos
que parecen que se duermen!"
Las flores del tamarindo
revientan con las de coco;
si tu amor va de carrera,
el mío, poquito a poco.
Los mocitos de hoy en día
son como la paja seca:
cuando tienen pal arroz,
no tiene pa´ la manteca.
Veinte mozas yo tenía
y a todas las sustentaba:
a zapallo por semana,
porque otra cosa no había.
Si la ruda fuera amarga,
yo le diera a beber,
para que sepas ser hombre
y estimar a la mujer.
Ya viene el río creciendo
y arrastra montes verdosos;
¿ cómo quieres tú que deje lo cierto por lo dudoso? ...
De la guayaba la pepa,
de la naranja la flor;
en los ojos yo conozco
que no me tienes amor.
Cuando vayas a cortar leña,
no la cortes de higuerón;
córtala de palo negro;
y ahí verás mi corazón
!Maldita sea la monilla
que le ha caído al cacao!
Antes andaba vestido
y ahora ando remendao.
Llorando
cogí la pluma,
llorando cogí el papel,
llorando cifré tu nombre
en un florido laurel
Las muchachas de este tiempo
son como el mango podrido:
no saben coser un traje
y ... "Mamita, quiero marido".
Tanta naranja madura,
tanto limón en el suelo;
cuántas muchachas bonitas,
cuánto joven sin consuelo.
Por debajo corre el agua,
por encima la lechuga;
dejo de comerme el ala
por comerme la pechuga.
El limón no tiene espinas,
el árbol es el espinoso:
mi corazón es el firme,
el tuyo es el engañoso.
Blanca rosa de castilla,
blanca espumita del mar:
a pesar de tu familia,
en tu pecho he de reinar.
Amorfinos seleccionados del texto "Animales y Plantas en la Poesía Popular Ecuatoriana" del Folclorista de talla internacional Justino Cornejo. Ed, Cervantes 1970
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