José Amícola…
30 años con Puig
Entrevista de Verónica Dema, para La Nación online.
No suele aparecer en los medios. Conversar con él durante más de una hora sobre Puig, la literatura, las conquistas de la comunidad homosexual para mí fue un placer que ojalá ustedes compartan. Amícola es, sin dudas, uno de los intelectuales que más conoce a Puig porque es un enamorado de su obra (la estudia incansablemente desde hace más de 30 años) y además compartió con él charlas, paseos, cartas…de alguna forma conoció al escritor en su intimidad.
-¿Qué significó la aparición de Boquitas pintadas?
-(Se ríe…) Te puedo contar la visita que hicimos a General Villegas con el grupo de estudio de la Universidad de La Plata. En el ‘93 decidimos que había que ponerse en contacto con la gente de Villegas y nos recibieron fabulosamente. Ahí hicimos una serie de ponencias y después nació la idea de repetir cada 3 ó 4 años una especie de congreso que se sigue dando. Entonces, del rechazo inicial a Boquitas pintadas y a su autor, todo terminó en que le pusieron a la Casa de la Cultura “Manuel Puig”.
-¿Por qué se rechazó la obra?
-Porque Boquitas era la revelación de un mundo oculto latente de perversidad y de lujuria y Puig lo narraba, inclusive, en personajes identificables con nombre y apellido en el pueblo. Entonces se escuchaban en la escuela cosas como: ‘Mi abuela era Mabel’ (protagonista de la obra). Eso se fue aligerando en la medida en que fue pasando el tiempo y los implicados fueron desapareciendo. Sólo entonces la obra se fue tornando de un modo más universal.
-¿Se retrataba una sociedad machista, patriarcal?
-Por supuesto. Desde la primera novela, Manuel Puig se interesó en eso. En su escuela de Hollywood, que eran las visitas al cine del pueblo con su mamá, el descubrió que había un sistema de género que el cine de Hollywood se empeñaba en llevar hasta sus últimas consecuencias. Y al mismo tiempo, se había dado cuenta de que ese cine traía en esa misma perentoriedad o clasificación de lo femenino y lo masculino los antídotos para una lectura de eso en género paródico. Entonces, cuando él se pone a trabajar está viendo, no sólo la belleza de la trama de la películas que quiere recapturar, sino que también ve en las películas de Hollywood una especie de ensayo de desmontaje de los valores patriarcales, en el sentido de que todo está tremendamente marcado y el hombre es muy masculino y la mujer muy femenina…entonces se empezó a dar cuenta de que había que tirar un poco del hilo. Y cuando hizo el clic empezó a pensar en cómo trasladar eso en literatura, en una novela, en cómo hacer de esa sensación que le dio el cine en algo que fuera letra impresa. Los resultados están en sus obras.
Tomado de http://blogs.lanacion.com.ar/boquitas-pintadas/arte-y-cultura/los-6-primeros-meses-de-boquitas-pintadas/#comment-4846
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