La chica que se sienta enfrente mío en el tren nocturno abre un libro gordo, de los que me gustan a mí, comienza a leer y de repente està sonriendo, como sin darse cuenta. Miro la tapa: està leyendo Tiempo de matar, de John Grisham. No me inquieta: debe ser un best-seller màs de esos que se hacen películas.
Al rato, me doy cuenta de que lo ha dejado y ya no sonríe. Me mira de reojo en el reflejo de la ventana.
2 comentarios:
Alto cagazo! Justo hoy mi primito me dijo que estaba leyendo un libro de ese tipo.
No leí nada, pero la escena en el tren era de película
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