El otro día, en una entrevista online a Ani Shúa, ella contó que mientras escribía alguna de sus novelas tenía pensado tema de libro de microrelatos y escribirlos la consolaba de no poder avanzar a veces con la novela: terminar un microrelato le hacía sentir que el día no estaba perdido aunque trabada con lo más extenso.
Así que a Paulita le encantó la idea. Y está funcionando genial para drenar la ansiedad y poner ahí (ya son cuatro carpetas temáticas) pastillas de historias viejas y nuevas, contadas acá y allá, difundidas como leyendas y mitos personales o familiares o de las conchudas. Alivia.
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