El viernes pasado, dos días antes del día de la madre, Magdalena se iba al Encuentro Nacional de Mujeres en Resistencia Chaco. Yo necesitaba para el sábado la novela de Louise Erdrich que le había prestado hace mucho y ella decidió llevarse a su biblioteca cuando se mudó y yo le dije que llevara de casa todo lo que le gustara, la misma novela de la que yo digo que fue un antes y un después en mi vida de lectora y escritora. Huellas, novela de esta autora amerindia, fue retirada por mí de la casa de mijita en medio de amena y amorosa charla. Cuando la abro me encuentro este papelito adentro.
Pensé qué tierna mijita que no va a estar el domingo y quiere sorprenderme. Pensé qué tímida que no me lo dice directamente. Pensé que divina que sabe que me gustan las sorpresas de papel.
Le mando esta foto por wasá con un graaaaaaacias gigante. Tarda dos días en contestarme porque está de viaje. Cuando lo hace me dice que no fue ella, que esta es la letra de Rafael y jaja, qué casualidad y "te corté la amoción, má".
Le digo a Rafa y dice que es un letra de los 14 años. La novela la leí en 2011, sí sí: cuando Rafa tenía 14.
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