Las ferias son todavía espacios de generosidad, alegría y trueque artístico. Enferiate.
Ayer estuve en AmasArte, feria en Fonola Artexpresión. Deslumbramiento, emoción, alegría y arte compartido.
Fui jipi en los 90. Tuve puesto de artesanías en San miguel, Muñiz, Mataderos, Belgrano, Plaza Italia entre el 90 yel 95. Después vinieron los todox2pesos y ya no se pudo vivir de lo artesanal. Ahora vuelvo a feriar: la alegría y la emoción del arte ajeno es la misma.
Lo único que siempre envidié de los adolescentes es esa posibilidad de "perder" el tiempo en cualquier esquina con amigos o mirando soles la luna. Yo nunca la tuve, ni a los 15. Ahora me quedo papando moscas divinamente en un sillón o es los escaloncitos de La Fonola y algo me es devuelto.
Ayer llevé mis poecartones a La fonola. Y una pared de papel madera para grafitear. Cómo me gusta que otres se acerquen y lean y escriban conmigo.
Me encantó el Dúo Cintré (Qué bien les quedaba el tango y "barrio,barrio que tenés el alma inquieta") y el desborde de energía de Caravanserai.
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