Un clásico que recién leí este verano y elegí para torturar a mis alumnos y alumnas (como me quieren me aprovecho). La peli está buena, respeta argumento, estética y personajes de la novela y mantiene ese tensión entre romanticismo y amor trágico que yo tanto valoraba en mis vidas pasadas y ahora estoy tratando de tirar por la borda: esa idea de que el amor es algo irrefrenable, inmanejable, que nos arrastra a abismos insondables y de lo que no podemos escapar aunque nos destruya.
Ahora creo más en el amor divertido y jodón, en la alegría de amar, pero la historia de Cumbres borrascosas sigue siendo potente.
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