No me gusta la máquina con cable y ruido. Me harta tener que estar pidiéndole a Rafael que corte y discutiendo fechas y horarios. Quería algo que yo pudiera pasar cuando se me cante. Así que preguntando y mangueando llegó Ernestina que estaba arrumbada en el fondo de Pepe y ahora hace jardinería conmigo.
La primera cortada está costando porque el pasto está salvaje, pero una vez normalizado es un amor.
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