lunes, 19 de abril de 2010

Sherlock Holmes

Siempre fue uno de los personajes que me resultó más odioso. Con su soberbia racional y sus pistitas truchas y sus explicaciones altaneras y su manía de tener a Watson pal cachetazo.
Es cierto que los policiales son mi gènero más odiado (perdonado sólo para leer a Pablo de Santis), pero esta peli me parece que, además, es cualquiera. ¿Qué hace Holmes peleando lucha libre? ¿Y en pelota atado a una cama? No es la imagen que tenía de él pero tampoco mejora.
Y el caso del hombre resucitado y la cosa esotérica me pareció una chantada. Ni siquiera la redime la historia de amor, ni la de él ni la de Watson. (Mientras la veía intentaba convencer a mi chico por celular de la importancia del mensaje erótico ¿o era romántico?)

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...