Dramón que intenta aprovecharse de Richard Gere madurito para hcernos llorar a lo pabote y no lo logra. Que después de África mía y Posdata, te amo una ya no tiene el lugar para el golpe bajo tan mullidito.
Además, señores guionistas, ya no nos creemos que una pueda irse a cuidarle el hotel a una amiga el fin de semana en el que su exmarido (el que la hizo cornuda con su mejor amiga) le pide volver a casa, un hotel que consiste en una casa paradisíaca en una playa paradisíaca y que el ùnico cliente que llega es un señor recién separado que tiene el lomo y las canas de Richard Gere y quiere comer en la cocina en vez de solo en la sala.
Ja, a mamá mono...
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