sábado, 1 de febrero de 2025

Nunca fue lindo manejar

 Hacía muchos años que no tenía mi sueño recurrente el de agarrar un auto y no saber o no poder manejarlo. Anoche fue eso pero con la tremenda diferencia de que sabía el origen y hasta la marca del auto y que antes de despertarme había logrado saber cómo manejarlo y me sentía muy feliz y cómoda haciéndolo. Hasta pensaba que el auto era hermoso y me iba a sacar unas fotos para mandárselas a Gustavo y no había ahí rencor ni nada malo si alegría pura. El auto era un Renault 12, me lo había prestado Luci, la amiga de Magdalena, y cuando lo agarré no tenía pedal de freno ni embrague. El acelerador andaba solo y el otro pedal que tenía era bocina. Yo me desesperaba por frenar hasta que descubría una palanca como de cambio pero de madera y pegada al volante como la que tenían algunos autos antes. Al manejarla podía frenar y acelerar desde ahí y era mágico.

En otra parte del sueño Luci me preguntaba cómo para un examen si una banderita que el auto tenía de tela, no sé qué decía, era un elemento externo del auto, como una clasificacion de partes del auto. Yo le decia que no, que algo externo sería si hubiera adentro del auto unas zapatillas tuyas o una campera.

Después yo le contaba que habia dado un examen de francés en el que una tenía que proponer su propia consigna y que yo había pensado una genial y hasta la había compartido con el resto de la clase pero después me había trulado y contestado en castellano. Yo que sabía francés ya de hace tanto. La profesora era una viejita buena que me decia que miraba mi prueba y me decía.

En otra parte yo tenía dolor de garganta y en la cucheta de al lado mío estaba creo que una hermana mía con mucha fiebre. La atendía mi mamá ( ¿O la enferma era mijita?) y sacaba de abajo de la cama una bolsa de basura en un tachito que se estaba pudriendo y eso contaminaba a la enferma. Yo decía que lo mío no era tan grave y le preguntaba a mi mamá si iba a ir a la farmacia que estaba a una cuadra de esta casa nueva o le explicaba que había otra farmacia para el otro lado a cuatro cuadras.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...