Má, estoy tan bien! Tan contenta, tan anotando me todos los porotos! Tengo casa gracias a tu casa, má. Tus nietes son felices y geniales. Mirá, má, ya soy abuela. Y tengo tres libros publicados y tres inéditos y sigo escribiendo. Tengo este jardín que te gustaría tanto y sentarte conmigo a tomar mate y este patio que me ayudarías a remodelar. ¿En un par de años hacemos la pile? Mirá, má, viene una pareja de bicho feos como en tu casa. Volví a tocar la guitarra y bailo flamenco. Ah, también terminé la licenciatura en Letras. ¿Te acordás cómo te dolió que dejara la facultad en segundo año? Era muy joven, má, hace tanto... Sé que tenías mucho miedo por mí, pero, si me lo hubieras dicho, hubiéramos estado mejor las dos y hubiéramos sido felices juntas. ¿Cómo no te diste cuenta nunca cuánto te necesitaba? Ya sé que no me odiabas... Perdón por no entenderlo antes. Te quiero, má.
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