domingo, 2 de febrero de 2025

La Marcha de ayer y otras marchas interiores

 Siempre me causa mucho conflicto no acoplarme a las formas de militancia "aceptadas", "de moda" o masivas. Me pasaba lo mismo con los paros docentes. Esa sensación casi convencimiento de que mi ideología y mi voz son usadas para cosas que no quiero y que toda la gente que está ahí no es "coherente" después con eso en su día a día, que hay una vidriera en las redes con la que hay que cumplir para tranquilizar la conciencia y después no se hace política en el día a día ni en la vida en común.

Ya casi no lo digo porque choca. El otro día lo discutíamos con mijita y ahsta ella me echó en cara que soy gorila, que por qué "nos odian" (hablando del peronchismo, no de las tortas) y que yo "no estoy en riesgo". Bué. No sé cómo hice para no ofenderme. Yo siempre respetando las sensibilidades de gente que no respeta las mías. Hasta la cuestión de mis "amistades" se juega ahí y a quién le creo y a quién no le creo la pancarta.

¿Por qué está mal mantener la reflexión como "lucha"? Reclamar lucidez más que memes y atención, alerta más que murga. Me encanta que cada quien se manifieste como sepa y quiera pero, a nivel dirigentes nos están tomando el pelo. ¿Nadie se da cuenta de que es un ping pong por encima de nuestras cabezas? ¿Que tiran boludeces cada vez peores a ver qué pica en la estadística y en el "apoyo popular" que se mide burdamente en numeritos? Un asco. Y me siento una mierda por no poder compartir la alegría o la unión. Me consuelo sabiendo y diciendo cómo es para mí y qué sigo acompañando y haciendo y qué no acepto y qué voto y qué trato de entender. Lástima que casi nadie nadie quiera escuchar matices ni reflexiones más largas que un renglón de pancarta. Ya hasta lo que puede decirse en feis es "mucho texto" y si hablao 2 minutos me dicen que hago podscat. Yo tengo paciencia pero ¿a mí quién me la tiene?

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...