Tercera del menú mendocino: Cine mexicano: andá a entenderles el dialecto pero eso es lo más divertido. Mucho pinche cabrón y partirte la madre, que te pasa guey y chingale.
En el medio de dos adolescentes que se chingan a la novia uno del otro, una yegua española que trata de enseñarles a comer el coño. Espectacular.
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