domingo, 8 de enero de 2017

¡Se llama efecto de memoria falsa y lo causa la lectura!!!!! ¡Y yo creyendo estar loca...!

Diario de Piglia:
Lunes.
Una de las escenas más famosas de la historia de la filosofía es un efecto del poder de la literatura. La conmovedora situación en la que Nietzsche al ver cómo un cochero castigaba brutalmente a un caballo caído se abraza llorando al cuello del animal y lo besa. Fue en Turín, el 3 de enero de 1888, y esa fecha marca, en un sentido, el fin de la filosofía: con ese hecho empieza la llamada locura de Nietzsche que, como el suicidio de Sócrates, es un acontecimiento inolvidable en la historia de la razón occidental. Lo increíble es que la escena es una repetición literal de una situación de Crimen y castigo de Dostoievski (capítulo 5 de la I parte) en la que Raskolnikov sueña con unos campesinos borrachos que golpean un caballo hasta matarlo. Dominado por la compasión Raskolnikov se abraza al cuello del animal caído y lo besa. Nadie parece haber reparado en el bovarismo de Nietzsche que repite una escena leída. (La teoría del Eterno Retorno puede ser vista como una descripción del efecto de memoria falsa que produce la lectura.)

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