"-Eso es por los virgos que usted rompió a lo bruto, don Fausto.
Corrales guardó silencio. Unos pájaros surcaban el cielo en perfecta fila.
-Yo tenía derecho- respondió, al cabo de un momento.
-Sólo el gusto de la hembra da ese derecho- retrucó el mensajero.
-Escuche, mi amigo, ellas se criaron en mis tierras, comiendo de mi mano. Y si no era yo, era cualquier tape.
-Pero aquí, en la sentencia, dice clarito: y sufrirá por todas hasta después de muerto, hasta que los gusanos le abajen la poronga".
-Escuche, mi amigo, ellas se criaron en mis tierras, comiendo de mi mano. Y si no era yo, era cualquier tape.
-Pero aquí, en la sentencia, dice clarito: y sufrirá por todas hasta después de muerto, hasta que los gusanos le abajen la poronga".
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