Ayer vi El dador de recuerdos. Hace mucho que una peli no me emocionaba tanto y tan sencillamente. Emoción esa de la lágrima triste-alegre que dice qué bello y qué doloroso es el mundo. Porque se trata de esasdistopías en las que la humanidad ha eliminado las pasiones para no caer en las guerras y los odios. Y ya se sabe lo que pasa cuando se eliminan todas las pasiones. Me encantaron los personajes del viejo dador, del joven receptor, las historias de los bebés y las casas de crianza. Creo que lo que te toca mucho son la serie de imágenes que aparecen en color, en alegre apasionamiento, frente a los grises del futuro.
Pensé que está buena para verla con Rafa y con Gustavo que no sabíamos qué elegir el otro día puestos en la inédita situación de ver una peli juntos.
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