domingo, 26 de abril de 2015

Hoy voy a verlo en el Ciclo Carne Argentina

Los Carnívoros disfrutamos de la poesía con delectación, por eso la búsqueda de los poetas es espesa y la lista de los por venir suele extenderse como la pampa húmeda que se parece al cruel infinito. Pero sucede que desde atrás de las montañas cordobesas nos llegó un mugido inconfundible y exacto; ahí vive un poeta de esos que a nosotros nos honra presentar en nuestro amado ciclo. Marcelo Díaz nació en 1981, vive en Río cuarto y es profesor y Licenciado en Letras. La cantidad de cosas que ha hecho y que hace es enorme -e incluye premios y menciones honoríficas-, pero si murmuran a cualquiera que este domingo 26 Marcelo Díaz va a estar en Buenos Aires, porque pletórico de gentileza accedió a leerle sus páginas a Carne Argentina, seguro que los que tengan ojos y tengan oídos y tengan lengua van a decir: Ah, es autor de lo mejor de la poesía que se está escribiendo en tierra comechingona, pero también en tierra diaguita, y en tierra querandí, y, a eso iba a llegar al fin nuestra carreta polvorienta, en la tierra entera de las Provincias Unidas.
Para que vayan pastando hasta el domingo les dejamos esta pequeña grajea de pastura espléndida: el primer poema de su libro Newton y yo, que la gran editorial Nudista publicó en 2011. Comprenderán que nosotros tengamos el mugido listo y portentoso para la vuelta de Carne al ruedo, una Colección Otoño con un seleccionado imbatible. Qué felicidad, vacas queridísimas, volver tener palenque ande rascarnos tuitas rejuntas. Qué felicidad.
Satélites
Para el ojo del astrónomo
somos pequeñas gotas que caen en la tierra
desde un cielo ladeado en sus extremos.
Y para el ojo de los seres queridos
brillan los paneles de los satélites.
No sé explicarlo: es un candado de luz
ahogando la materia oscura.

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