martes, 31 de marzo de 2015

Y no seríamos nosotros

"Pizarnik elije apenas un puñado de imágenes y las desarrolla hasta extenuarlas, como quien roe un hueso hasta la médula, como quien pule lo que brilla hasta el enceguecimiento. Una de esas imágenes es la del pájaro: el “pájaro profeta”, “los pájaros queman el viento”, “mi infancia y su perfume/ a pájaro acariciado”, “el sermón del pájaro”, el “pájaro sabio en amor”, “un pájaro muerto llamado azul”, “la mudez de pájaros y viento”, “Yo no sé de pájaros” son algunas de las proyecciones sintagmáticas de esa unidad paradigmática en su Poesía completa.
El primer poema de Las aventuras perdidas (1958) se llama “La jaula”. En el mismo libro, “El despertar”, dedicado a León Ostrov, se lee: “Señor/ la jaula se ha vuelto pájaro/ y se ha volado” (Pizarnik, 2001, p. 92). No hace falta más para trazar la onda mnemónica que arrastra a los textos de Pizarnik. Kafka había escrito un aforismo que decía “Una jaula salió en busca de un pájaro” y en diciembre de 1954 “floralejandrapizarnik” había firmado su ejemplar de Kafka, o el pájaro y la jaula (Gándara, 1943), un estudio trascendentalista sobre la obra de Kafka. Así como reconocemos a Kafka en sus precursores (los presocráticos, Kierkegaard), así se deja él mismo leer como un precursor de Pizarnik.
Y entre Pizarnik y Kafka, qué duda cabe, está Borges. Más allá de toda nuestra distancia en relación con Jorge Borges hay que decir
que sin su magisterio no habríamos leído a Kafka. Y no seríamos nosotros. Y así nos iría."


Daniel Link. Clase del 30 de marzo para sus maravillados alupnos y alupnas (virtuales algunas) de Literatura del siglo XX.

No hay comentarios:

Publicar un comentario