viernes, 18 de julio de 2014

La teoría queer es un compromiso

"La pedagoga queer Deborah Britzman señala que la teoría queer no es ni una afirmación ni un conjunto de contenidos que haya que aplicar, sino un compromiso. “Sus molestos y descarados principios son explícitamente transgresores, perversos y políticos: transgresores porque ponen en duda las regulaciones y los efectos de los condicionamientos categóricos binarios tales como lo público y lo privado, el interior y el exterior, lo normal y lo raro, y lo cotidiano y lo perturbador; perversos porque rechazan la utilidad a la vez que reclama la desviación como un ámbito de interés, y políticos porque intentan desestabilizar las leyes y prácticas instituidas situando las representaciones subversivas en sus propios términos cotidianos” (2002). Así, algunas operaciones movilizadas por la teoría queer (Britzman, 2005; 55) son: tomar partido por los objetos menospreciados, establecer relaciones impertinentes, considerar el juego ambivalente en la constitución de la experiencia, prestar atención a las condiciones que permiten que la normalidad ejerza control, comenzar en las líneas erróneas de las ideas para encontrar dónde rompe el sentido, se desafía a su objeto e inconscientemente invierte sus intenciones, y suponer el juego de la diferencia, la división y la alteridad de las prácticas de lectura."




valeria flores.-
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Charla convocada por el Grupo de Micropolíticas de la Desobediencia Sexual en el arte,
LabIAL. Facultad de Bellas Artes de la UNLP. Martes 15 de julio del 2014.


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