miércoles, 30 de abril de 2014

Feria Anfibia

Martes 22 de Abril de 2014

ANFIBIA EN LA FERIA DEL LIBRO

Llegaron los dos años de la revista, y con ellos, un stand en la Feria del Libro. Será un espacio de charla y debate sobre periodismo, investigación, literatura y academia. De jueves a domingo organizamos "Encuentros con lectores", para que puedas charlar con nuestros autores y preguntarles cómo encarar una investigación, a quién entrevistar. Decínos a anfibiaferia@gmail.com qué actividad te interesa más y nosotros te invitamos. Tenemos 10 entradas gratuitas a la feria para cada actividad. ¡Anotate!
MESA 1: FICCIÓN Y PERIODISMO I
Sábado 26 de abril. 19.30 hs


Mariana Enriquez
Edición, libros y literatura.
MESA 2: FICCIÓN Y ETNOGRAFÍA
Jueves 1 de mayo. 19.30 hs
                
Félix Bruzzone y Máximo Badaro
Ciencias sociales y literatura sobre historia reciente.
MESA 3: CRÓNICA SOCIAL
Viernes 2 de mayo. 19.30 hs
                   
Sebastián Hacher y Ariel Wilkis
Cómo evitar los lugares comunes del relato policial.
MESA 4: PRESENTACIÓN DEL PREMIO NUEVAS PLUMAS
Sábado 3 de mayo. 18.30 hs
                  
Juan Pablo Meneses y  Federico Bianchini
En la búsqueda de nuevas voces de la crónica latinoamericana
MESA 5: FICCIÓN Y PERIODISMO II
Sábado 3 de mayo. 19.30 hs

Selva Almada
Novela rural y crónica de femicidios

MESA 6: BIOLOGÍA Y NO FICCIÓN
Domingo 4 de mayo. 19 hs
               
Betina Gonzalez Ramiro Freudenthal
Historias de ciencia y literatura

MESA 7: FICCIÓN Y PERIODISMO III
Jueves 8 de mayo. 19 hs

Gabriela Cabezón Cámara
Literatura y violencia de género
MESA 8: EL PERIODISMO SEGÚN MONSANTO
Viernes 9 de mayo. 19.30 hs

Soledad Barruti
Investigar lo que comemos. La estrategia de las empresas.
MESA 9: EL LADO OSCURO DEL FUTBOL
Sábado 10 de mayo. 19.30 hs
               
Alejandro Wall Rodrigo Daskal
Los villanos del deporte

MESA 10: CONTAR A LOS ESCRITORES
Domingo 11 de mayo. 19 hs

Claudia Piñeiro
Narradora entre narradores

MESA ESPECIAL

DOS AÑOS DE ANFIBIA: DE LA CRÓNICA A LA INVESTIGACIÓN PERMANENTE
Miércoles 7 de mayo. 20 hs
.  Sala: Javier Villafañe

            

Carlos Ruta, Mario Greco, Cristian Alarcón, Ariel Wilkis y Mariana Enríquez.
Relanzamiento de la Revista


En la emoción como de dos personas

:: POESÍA ::

Sobre la poesía

08-04-2014 | 
Cuatro estadounidenses reflexionan sobre la poesía en esta serie curada por Ezequiel Zaidenwerg, poeta y traductor, autor de Doxa y La lírica está muerta, que actualmente vive en Nueva York. Primera entrega: Wallace Stevens.
Selección y traducción de Ezequiel Zaidenwerg.

Wallace Stevens nació el 2 de octubre de 1879 en Reading, Pennsylvania. Trabajó como periodista y estudió derecho, ejerciendo como abogado en Nueva York y trabajando, después, en una empresa de seguros. Publicó, entre otros, HarmoniumNotas para una ficción supremaLas auroras de otoñoEl ángel necesario. Murió en Hartford en 1955. El poema que sigue, en idioma original, puede leerse aquí.

De la poesía moderna 
El poema de la mente en el acto de hallar
lo que haga falta. No siempre había tenido
algo que hallar: la escena estaba ya dispuesta; repetía
lo que decía el libreto.
Después cambiaron el teatro
por alguna otra cosa, y su pasado se volvió un souvenir.
Debe ser algo vivo, aprender cómo se habla en el lugar.
Debe pararse frente a los hombres de la época,
y conocer a las mujeres de la época. Debe ocuparse de la guerra
y debe hallar lo que haga falta. Debe
construir un escenario nuevo. Debe subir
a ese escenario, y como un actor insaciable, despacio y
meditadamente, debe decir palabras que, al oído,
al delicado oído de la mente, repitan
exactamente lo que éste quiera oír, a oídas
de lo cual, un público invisible, oiga ya no la obra
sino su propia voz, manifestada
en la emoción como de dos personas, como dos emociones
que se funden en una. El actor es
un metafísico en la oscuridad, que tañe
un instrumento, que rasguea una cuerda que
resuena al ser atravesada por súbitos aciertos,
que contiene a la mente por completo, debajo de la cual no puede rebajarse.
Más allá de la cual no tiene voluntad de alzarse.
Debe
ser el hallazgo de una satisfacción, y puede
hablar de un hombre patinando, de una mujer bailando, de una mujer
peinándose. El poema del acto de la mente.



Tomado del blog de Eterna Cadencia

Le pasaron el peine a todo pensamiento

:: POESÍA ::

Sobre la poesía II

15-04-2014 | 
Segunda entrega de la serie curada por Ezequiel Zaidenwerg, en la que cuatro estadounidenses reflexionan sobre la poesía. En esta oportunidad, John Ashbery.
Selección y traducción de Ezequiel Zaidenwerg.

John Ashbery nació el 28 de julio de 1927 en Rochester, Nueva York. Es poeta, profesor y ensayista. Ha publicado una veintena de libros y fue reconocido con numerosos premios de poesía. Entre ellos el Pulitzer, el Grand Prix de Biennales Internationales de Poésie, el Premio Leonore Marshall, el National Book Critics Circle Award y el National Book Award.
El poema en idioma original puede leerse aquí.
¿Qué es la poesía?
¿La ciudad medieval que tiene un friso
de boy scouts de Nagoya? ¿La nieve
que cayó cuando nosotros queríamos que nevase?
¿Imágenes hermosas? ¿Intentar evitar
las ideas, igual que en este poema? Sin embargo,
¿nosotros regresamos con ellas, como con una esposa,
abandonando a la amante deseada? Ahora
no podrán más que creerlo,
como creemos nosotros. En la escuela
le pasaron el peine a todo pensamiento:
lo que quedó era como un campo.
Cerrá los ojos, y podrás sentirlo alrededor de vos, muchos kilómetros.
Ahora abrilos sobre un camino vertical.
Podría darnos, ¿qué? ¿Algunas flores, pronto?



Tomado del blog de Eterna Cadencia

Más que contar los árboles, las nubes, los pocos pájaros que quedan

:: POESÍA ::

Sobre la poesía III

22-04-2014 | 
Mark Strand aparece como tercera entrega de la serie curada por el poeta y traductor Ezequiel Zaidenwerg. Cuatro estadounidenses reflexionan sobre la poesía en sus elegidos.
Selección y traducción de Ezequiel Zaidenwerg.
Mark Strand nació en Summerside el 11 de abril de 1934. Es poeta, ensayista y traductor, y ha desarrollado una extensa carrera académica. Fue reconocido con el Premio Pulitzer de Poesía en 1999 y el Wallace Stevens, entre otros. Ha escrito libros para chicos y, entre los de poesía, publicó Durmiendo con un ojo abierto, Elegía para mi padre, Tormenta de uno.
El poema que sigue, en idioma original, puede leerse acá.
a
La historia de la poesía 
Los maestros se fueron y, si acaso volvieran,
¿quién de nosotros los escucharía? ¿quién reconocería
el sonido corpóreo de los cielos o el sonido celestial
del cuerpo, interminable, evanescente, que afinó
nuestros días antes de que los astros inmutables
perdieran su poder? La respuesta es:
ninguno de los aquí presentes. ¿Y qué significado
tiene si vemos las montañas bañadas por la luna
y la ciudad con sus calladas puertas y torres de agua,
y nos dan ganas de subir la voz aunque sea un poquito,
o, a veces, a finales del otoño, cuando la noche apenas florece unos momentos
sobre la cordillera del oeste, e imaginamos ángeles
que bajan por los fríos escalones del aire para darnos aliento
si es que perdimos nuestra fuerza de voluntad,
y nosotros no hacemos más que dormitar, oyendo a medias los suspiros
de esta o aquella brisa que deambula sin rumbo por las granjas fallidas
y los jardines arruinados? Estos días, cuando nos despertamos
todas las cosas brillan con la misma luz azul
que hace apenas instantes llenaba nuestros sueños,
de modo que no hacemos más que contar los árboles, las nubes,
los pocos pájaros que quedan; y después decidimos
que no hay por qué ser duros con nosotros mismos, y que el pasado
no era mejor que ahora, ¿o acaso el enemigo no existe desde siempre?,
y la iglesia del mundo, ¿no estaba en ruinas ya?



Tomado del blog de Eterna Cadencia

Una nena que se metía el dedo en la nariz

:: POESÍA ::

Sobre la poesía IV

29-04-2014 | 
Última aparición de la exquisita serie en la que cuatro estadounidenses reflexionaron sobre la poesía, curada por Ezequiel Zaidenwerg, poeta y traductor. Se despide con James Laughlin.
Selección y traducción de Ezequiel Zaidenwerg.

James Laughlin, poeta y editor, fundador de New Directions Publishing, nació en Pittsburgh, Pennsylvania, el 30 de octubre de 1914 y vivió hasta 1997. Entre sus obras se cuentan En otro país, La casa de luz, Angelica, La habitación secreta.  
El poema que sigue, en idioma original, puede leerse aquí.
a
La profesión vergonzosa  
Durante años intenté ocultarle a la gente del pueblo que escribía poesía
para que no supieran que era un bicho raro
Yo no quería que los pibes que vienen a comprar en camioneta al almacén cajones de cerveza supiesen que era un maricón
Me pareció prudente dejar de comprar Página y pedirle al diariero que me mandara el Diario Popular.
Una vez que quemaba todos los borradores de mis poemas, recién ahí sacaba la basura,
los chicos meten mano por ahí, los cartoneros son curiosos
Tomaba todos los recaudos
Pero en un pueblo chico no es fácil mantener secretos, todo el mundo conoce a todo el mundo, y se cuentan los chismes cuando van a dar la vuelta al perro
Las cosas comenzaron a precipitarse
Apareció un muchacho con acento porteño y pelo largo y empezó a preguntar por los negocios dónde era la casa del poeta
Después se rompió un caño y el plomero contó que había visto un montonazo de libros apilados en el sótano, algunos en idiomas extranjeros
Al día siguiente vino el jefe de Bomberos Voluntarios, y se hizo el que miraba la instalación eléctrica
Yo me empecé a poner un poco paranoico; el patrullero, que supuestamente tiene que vigilar los caminos rurales una vez por semana, pasó tres días seguidos por la entrada de mi casa
Todo empezó a pudrirse cuando no sé bien cómo un periodista de un diario de la zona escuchó los rumores y escribió una notita: Conocido poeta detenido por exceso de velocidad. Podría revocársele el registro.
Mi vida cambió mucho desde entonces
Nadie se me rió en la calle todavía (mido más de uno ochenta, peso ciento diez kilos, y estoy -para mi edad- en buen estado físico) pero me miran raro
Ya no voy a comprar al almacén porque una nena que se metía el dedo en la nariz me señaló y le dijo algo a la cajera; ahora compro todo en los pueblos vecinos o pido que me manden
Mi vida es diferente ahora que ellos saben que escribo poesía
Pero si piensan que van a lograr que me avergüence y que deje de hacerlo, no saben cómo se equivocan
No estoy contraviniendo ley alguna
Voy a seguir haciéndolo a menos que declaren que soy una amenaza para la sociedad, y que me encierren en algún psiquiátrico
Oí que en el loquero hay un tipo que dice ser Lugones. Seguro que él me entiende y quiere ser mi amigo; podemos recitarnos el uno al otro poemas, si acaso nos prohíben tener papel y lápiz.



63%

Mi primer analítico de mi amada carrera. No me entró Literatura Argentina II que di en marzo ni los tres niveles de francés que tengo aprobados por equivalencias. Así que... más todavía. Y ni yo me creo la felicidad tan feliz.

Mijita y miagenda

A veces me compro agenda. (Amo esos artilugios anuales donde descargar las urgencias de la mente y tachar luego aquello que se logró más o menos en fecha pedida).
Pero la mayoría de los años me compro un cuaderno de 98 hojas (más espacio, más barato) que sufre mejores o peores atenciones decoradoras de mi parte. Este año me hizo la cubierta Magda. Genial. Divina. Amorosa. Bella. Y atentamente respetuosa de mi gusto y preferencias.

(Ya les saco foto)

Saraus en mi teórico

Literatura marginal brasileña
 Saraus de las periferias de la ciudad de San Pablo debaten con los estudiantes de Filo y declaman sus poesías

Los invitamos el lunes 5 de mayo de 16 a 19 hs en el Aula 218 (2° Piso) de la Facultad de Filosofía y Letras (Puan 480, CABA).

Participan:
Sarau da Brasa - Sarau Elo da Corrente - Quilombaque - Sarau Perifratividade - Sarau dos Mesquiteiros - Sarau Marginaliaria - Sarau O que dizem os umbigos - Sarau Utopias

Presentan:
Gonzalo Aguilar (Profesor Asociado de la cátedra de Literatura Brasileña y Portuguesa).
Lucía Tennina (JTP de la cátedra y compiladora de Saraus. Movimiento/Literatura/Periferia/São Paulo de editorial Tinta Limón, 2014).
Los saraus son encuentros literarios que se desarrollan en bares de las periferias de San Pablo. En esas fiestas poéticas de las favelas y barrios pobres de la ciudad, “marginal” deja de ser un estigma y se transforma en un bien cultural. Desde hace más de diez años, los saruas vienen expandiéndose por todos los puntos cardinales y en esta oportunidad ocuparán las aulas de Puan con su palabra, que trasgrede las fronteras cuestionando los límites de la noción tradicional de literatura. Invitamos a toda la comunidad académica a acercarse a compartir este encuentro para conocer este fenómeno central para entender el Brasil de hoy y reflexionar sobre las políticas culturales en América latina.

Organizan:

Cátedra de Literatura Brasileña y Portuguesa y Departamento de Letras.

Latinoamérica para salvar al mundo


Dos jornadas de "Diálogo de escritores latinoamericanos"

Por segundo año consecutivo, la Universidad Nacional de Tres de Febrero auspicia el ciclo "Diálogo de Escritores Latinoamericanos", organizado en conjunto con la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que se desarrolla en el Predio Ferial de Palermo hasta el 12 de mayo.


El ciclo cuenta con dos actividades tituladas "¿Latinoamérica salvará al mundo? Crisis, literatura y potencia" y, "América Latina: relaciones peligrosas".


La primera de las dos jornadas: "¿Latinoamérica salvará al mundo? Crisis, literatura y potencia", tendrán lugar el sábado 3 de mayo a las 18.30 en la Sala José Hernández (Pabellón Rojo) del Predio Ferial de Buenos Aires.


Esta mesa será coordinada por Daniel Link, director de la maestría en Estudios Literarios Latinoamericanos de la UNTREF, y contará con la presencia de los escritores Mario Bellatin (México), Christopher Domínguez Michael (México), Diamela Eltit (Chile), Pedro Mairal (Argentina) y Rodrigo Rey Rosa (Guatemala).


La segunda parte del ciclo: "América Latina: relaciones peligrosas", se desarrollará el lunes 5 de mayo a las 18.30 en el Auditorio 3 de la sede de posgrados de la Universidad en Viamonte 525, tercer piso.


En este caso Cecilia Palmeiro coordinará la mesa redonda con la participación de Mario Bellatin (México), Diamela Eltit (Chile), Daniel Link (Argentina), Tryno Maldonado (México) y Rodrigo Rey Rosa (Guatemala). La entrada es libre y gratuita.

domingo, 27 de abril de 2014

¡São Paulo! Conmoción de mi vida

lanacion.com |
ADN Cultura |

Feria del Libro

Jueves 17 de abril de 2014 | Publicado en edición impresa
Ciudad invitada


Fiesta paulista en la Feria del Libro


Por Pedro B. Rey | LA NACION



"¡São Paulo! Conmoción de mi vida./ ¡Galicismo que grita en los desiertos de América", escribía Mário de Andrade en su Paulicea desvariada . En aquel poemario que dio a conocer durante la Semana de Arte Moderno, en 1922, el genial escritor (si se permite el tono partisano) despotricaba con acidez y celeridad vanguardista contra el statu quo que imperaba en la cultura y la sociedad de una ciudad, la suya, San Pablo, que se resistía a desprenderse de los códigos coloniales: los hombres "todos iguales y desiguales" convivían con los diputados y sus proyectos, la comodidad del burgués, de "los que viven tras los muros sin sobresaltos", era atacada sin piedad (el "burgués-burgués", el "burgués-níquel"). También sabía reírse de las "aristocracias cautelosas" y "los barones-lampiones".

Una multitud de años después, a comienzos del nuevo siglo, la proyección contemporánea de ese espíritu "desvarista" puede cotejarse, metamorfoseada, en obras muy distintas. Luiz Ruffato, nacido en Minas Gerais, pero afincado en San Pablo, escribió, por ejemplo, Ellos eran muchos caballos . La novela, que se inspira para su título en un verso de Cecília Meireles, continúa aquella tradición con tono propio, habiendo aprendido la lección de escribir de la manera menos previsible. Compuesta por decenas de fragmentos (que incluyen narraciones y monólogos, pero también listas, oraciones, cartas, anuncios, algún que otro poema), el libro de Ruffato intenta capturar la compleja respiración de la megalópolis de hoy en todos sus estratos. Sus personajes, apenas bosquejados, son tanto de la clase más marginal como de la más acomodada, una entrada puede describir los objetos que se encuentran en un cuarto o capturar una serie de mensajes dejados en una grabadora telefónica. Ruffato apela a procedimientos de vanguardia -que, de todas maneras, ya tienen su propio clasicismo- para sugerir que San Pablo es inabarcable, que no es una ciudad sino muchas ciudades al unísono y para dejar que la sucesión de escenas, hiladas con cierta estridencia, muestren por sí solas qué hay de poético (y qué de político) en la constitución de ese magma urbano.

Lo que diferencia la poesía telegramática de Mário de Andrade (o la "antropofagia" de su tocayo de apellido, Oswald de Andrade) y la neurosis de Ellos eran muchos caballos es el tiempo, que también representa en este caso una cuestión espacial: la ciudad que a comienzos de siglo XX comenzaba a crecer a pasos acelerados es hoy una urbe de doce millones de personas (a la que hay que sumarle otros once, si se consideran las poblaciones que componen el Gran San Pablo) en la que parece haber lugar para todo: incluso para contener, dentro del perímetro urbano, como sucede, alguna zona rural y una comunidad indígena.

Por lo demás, el espíritu perdura. El modernismo clásico, contemporáneo del futurismo y del surrealismo, cumplió su ciclo histórico, pero parece haberle legado indeleblemente a San Pablo, después de la Semana de Arte Moderno de 1922, de la que Mário de Andrade fue uno de los factótums, un mandato sobre la autonomía artística y literaria de la ciudad y del país. El desprejuicio frente a lo popular -la música y la investigación del folklore fueron uno de los puntos clave del modernismo- dejó también una marca que se prolongaría en cruces posteriores, como el que la poesía concreta tendría con la bossa nova y el tropicalismo, o en la naturalidad con que la literatura de hoy se entrevera con otra artes.

Si el visitante se detiene en cualquier esquina de la avenida Paulista -la arteria principal- puede corroborar, incluso en una jornada de domingo, que la característica central de San Pablo reside en su falta de tregua: es un tráfago continuo de tránsito y gente. Y también puede presentir que esa limitada franja céntrica -que incluye el Museo de Arte de San Pablo, un modesto pulmón verde y, perdida dentro de una galería, la librería Cultura, una de las más grandes de las que se tenga noticias- es apenas un punto de un organismo mucho mayor, el que contiene la inmensidad y diversidad de todos sus barrios. En el centro, con esas moles de cemento exhibiendo antenas que recuerdan la Torre Eiffel, la cruza entre lo vanguardista y lo popular sigue tan viva como siempre. No faltan los omnipresentes grafitis, pero el arte callejero prolongó su carácter con una nueva especie: los pixaçãos . Son consignas, escritas en paredes y edificios, que parecen significar algo y cuyo significado, sin embargo, nadie entiende. Recuerdan los imaginarios dibujos ideográficos de Henri Michaux y el letrismo incomprensible de Isidore Isou, aunque puestos a buscarles una tradición, quizá convenga ver los pixaos como la deformación última, rebelde y feísta de una poesía radical.

Esa multiplicidad desbordante de San Pablo se reflejará inevitablemente en su paso por la 40a Feria Internacional del Libro de Buenos Aires -entre el 24 de abril y el 12 de mayo-, donde será la ciudad invitada. En una decisión que no dejó de crear controversia, pero que sin duda hace justicia a su vitalidad, el foco estará colocado en la producción de las periferias, un término que en este caso no refiere a los suburbios, sino a las zonas socialmente más marginadas dentro del plano urbano y que en los últimos años han hecho escuchar su voz, por fuera de los circuitos tradicionales, con una potencia y capacidad de autogestión inédita.

"Lo que se buscó es invertir lo tradicional: poner la periferia en el centro y lo más consagrado en la periferia -cuenta Luiz Bagolin, director de la Biblioteca Mário de Andrade, la segunda en importancia en el país, y gestor de la idea de que esas manifestaciones artísticas populares ocupen un lugar preponderante en la presentación porteña de San Pablo-. No es una concesión, sino un reconocimiento a toda la creatividad que surge de esos sectores. No se trata tanto de promover a nuevos autores, sino de respaldar toda esa variedad, que permanentemente crea nuevas formas de expresión."

Así, el encuentro en Buenos Aires contará con uno de los testimonios más notables de ese fermento cultural: los grupos de saraus, suerte de tertulias colectivas de poetas y músicos que se han desplegado durante la última década y media por todo el entramado paulistano. De los más de 150 en actividad, se presentarán en Buenos Aires una quincena de ellos. Y la invitación se extenderá a expresiones musicales masivas, como un recital de Racionais Mcs, grupo de rap y hip hop de la ciudad que en su más reciente concierto en tierras brasileñas reunió a 200.000 personas.

Ese núcleo duro de la presentación paulistana, que dará seguramente un colorido infrecuente a la feria, se completará con la presentación de otros escritores. Entre los más conocidos para los lectores argentinos se encuentran el músico y poeta Arnaldo Antunes, la novelista Andréa del Fuego y Ferréz, que se autodefine como "escritor marginal". También habrá otros, aunque menos divulgados en castellano, igual de importantes: Ricardo Lísias, Reinaldo Moraes, Marcelino Freire o Marçal Aquino. Serán de la partida poetas y traductores (Marcos Siscar, Alberto Martins y Fabrício Corsaletti); novelistas de la nueva camada (Paula Fábrio y Emilio Fraia), autores infantiles y juveniles (Heloísa Prieto y Shirley Souza), ilustradores (Ricardo Azevedo e Ilan Brenman) y algunos de esos talentos múltiples en que Brasil parece siempre pródigo: Cardão Volpato (escritor y músico) y Fernando Bonessi (narrador, dramaturgo y cineasta).

LOS INFLUJOS DE LA METRÓPOLI

Cuando se le pregunta al novelista, cuentista y guionista televisivo Marçal Aquino, cómo cree que San Pablo marcó su escritura, responde que de no vivir en la ciudad no hubiera escrito de la manera en que lo hizo. Aquino considera que sus libros reciben "todos los influjos de la metrópoli", incluso cuando la obra que trae con él a Buenos Aires ( Yo recibiría las peores noticias de tus lindos labios , publicada por Océano) cuente una historia que transcurre en una ciudad minera del Amazonas.

Aunque no deja de recordar la paradoja de que los libros de autores brasileños tienen ediciones que no superan los 3000 ejemplares (un déficit importante para un país que cuenta con casi doscientos millones de habitantes), Aquino explica con claridad las raíces del actual entusiasmo literario de la ciudad. Lo que para él fue fundamental, explica, fue el embrión de lo que luego se conocería como "generación del 90". Los escritores se empezaron a reunir en bares para leer y conversar, lo que fue dando surgimiento a un sinfín de editoriales pequeñas. Con el paso del tiempo, muchos de aquellos libros terminaron encontrando lugar en las reseñas de los diarios y haciéndose un lugar. "Eso permitió que la mayoría de los escritores fueran construyendo durante veinte años una carrera silenciosa", sugiere. Internet, por su parte, permitió otra modesta revolución: que escritores de otras zonas del país pudieran acceder a publicar en San Pablo con mucha mayor facilidad, volviendo secundario el lugar de pertenencia.

Aquino nombra a Marcelino Freire, uno de los agitadores culturales que promovía aquellas lecturas y discusiones, como un autor clave. Freire (cuyos Cuentos negreros , obra fetiche de esa generación, fueron publicados en español por Santiago Arcos y de quien Adriana Hidalgo sacará para la feria Nuestros huesos ) fue acumulando obra a través de textos brevísimos, que circularon a veces de manera casi clandestina.

Esa literatura por fuera de las editoriales tradicionales terminaría repercutiendo, por vías singulares y no necesariamente directas, en otro tipo de producciones: las que surgieron de encuentros públicos similares en zonas discriminadas de la ciudad, donde la poesía y la narrativa, y cualquier expresión artística, no tenían históricamente ninguna cabida. La "literatura marginal" que se produce en barrios de pocos recursos y favelas hoy encuentra su mayor circulación y popularidad en esos mismos ámbitos donde, se suponía, a nadie le interesaba leer.

La figura de proa de ese fenómeno es Ferréz (1975), divisa que utiliza para sus presentaciones y libros Reginaldo Ferreira da Silva, un novelista y rapero que, a sus 39 años, es ya un veterano en esas lides. Ferréz, que se define como un militante, no tiene inconvenientes en rememorar, con su imponente físico y look de cantante de hip hop, la hazaña que le da más orgullo: la de haber sido su propio maestro. Creció en Capão Redondo, una favela del sur de San Pablo en la que predominaba (y, por cierto, predomina) la violencia más extrema y donde leer podía llegar a ser no objeto de insultos, sino un peligro en el sentido más literal del término. Los que lo guiaron en el camino de la literatura, sostiene, fueron los autores que leyó por las suyas. Entre ellos nombra a Lima Barreto, a João Antônio, a Charles Bukowski. Con esa experiencia autodidacta escribió Capão pecado (1999), un relato sobre lo que significó crecer en esa barriada y que se convirtió en un best seller; el fundamental Manual práctico del odio (2003, editado años más tarde en la Argentina por Corregidor) y Dios se fue a almorzar (2011, que la misma editorial publica en estos días). En este último libro, en un giro que habla de sus ambiciones y versatilidad como escritor, el protagonista es un miembro de la clase media. ¿Cuál es la diferencia entre narrar lo que se vivió de primera mano y lo que forma parte de otro tipo de experiencias? Según él, ninguna fundamental. En el Manual., sostiene, se describían las peleas internas que ocurrían en un lugar problemático y en el segundo, la lucha interna de una persona.

"Es muy difícil explicar qué es vivir en la periferia -cuenta en un portugués que lleva inscriptos con orgullo los giros dialectales de su lugar de origen, donde es un referente por derecho propio-. Cuando escribí el Manual práctico del odio , estaba desempleado. Entre que empecé a escribir el libro y lo terminé, unos tres años, había perdido gran cantidad de amigos. En él figuran ocho de ellos. Quería mostrar cómo Brasil deja afuera a esa gente y quería también eternizar a esas personas valiosas a las que se había dejado morir." Ferréz, que vio su primer muerto callejero a los once años, cuenta que tras la publicación de la obra intentaron matarlo tres veces. Aunque aquellos amigos que figuran en Manual. ya habían fallecido, a los criminales de la zona no les gustaba sentir que, aunque sin nombres, sus figuras resultaran reconocibles.

"Me enoja cuando se dice que la literatura no sirve para nada; sirve para transformar muchas cosas. Quizá no transforme a los ricos, pero sí a los que no tienen nada, a los que tienen deseos de cambiar." Ferréz, que mantiene en su barrio un lugar de encuentro para chicos y que se siente honrado cuando las madres les dicen a sus hijos que hay que estudiar para que se le parezcan, no le sorprende que sus libros se enseñen en colegios privados de San Pablo ni el hecho de tener lectores en otras clases sociales. "Los autores periféricos tienen algo de qué hablar. Los de clase media, en cambio, tienden a deprimirse", dice, y cuenta cómo cuando va a otro lugar le gusta deambular por las calles hasta cualquier hora de la noche (lo hizo en su anterior visita a la Argentina) y conocer todo lo que se pueda conocer porque "el que vive encerrado con un poodle sobre la alfombra no va a poder escribir más que sobre eso."

Ferréz, que trabajó, entre otros oficios, de panadero y vendedor de escobas, dice que la literatura es su comercio y que por eso todavía hoy siempre transporta con él ejemplares para vender. "En las ferias eso es una ventaja. A veces los autores de editoriales grandes, que nunca llevarían los libros con ellos, nos miran con envidia, a mí o Allan da Rosa (otro autor marginal que estará en Buenos Aires) porque las editoriales no mandaron sus libros y nosotros, por las nuestras, vendimos todos los que habíamos llevado."

Ferréz escribe desde los siete años, pero puede contar desde adentro los "saraus" que desplegaron esa "cultura marginal", porque fue un ávido participante de ellos. El fenómeno, explica, "fue un gran cambio para la periferia, porque por fin la gente podía hablar; antes sólo se podía hacerlo en los actos de los políticos, y esto era por completo distinto".

Definir en qué consiste un "sarau" (o sarao, para utilizar la denominación española que designa una reunión nocturna) es tan simple que resulta complejo. Lo más directo sería definir a estas reuniones como recitales poéticos, donde no falta la música, en que la gente se reune a leer sus textos y discutir. Esa especie de espontaneidad original, que ya existía desperdigada en distintos puntos y locales, se multiplicó a partir de 2001, gracias a Cooperifa, una organización creada por los poetas Sérgio Vaz (que hace unos años promovió la Semana de Arte Moderno de la periferia, en un claro homenaje) y Pezão. Otro de los saraus importantes es el de Binho, un poeta que ya organizaba ese tipo de encuentros en los años noventa, y que hoy los continúa en su propia casa, donde no dejan de circular personas apasionadas por el simple acto de leer y de sentir que la literatura es parte de sus vidas.

Lo que diferencia los saraus de un simple encuentro bohemio es que suceden en un lugar preciso (las periferias paulistanas) y que dan voz a esas comunidades para desenraizar el estigma con que se las suele marcar (la criminalidad, la violencia, la pobreza) a través de la palabra. Cualquiera con ánimos de expresarse puede sumarse a ellos. Internet fue un catalizador para el desarrollo de convocatoria de los saraus y para desarrollar vínculos entre ellos, pero sus participantes no dejan de tener una vocación artesanal. Los que publican libros los venden de manera itinerante y en algunos casos (alguno de estos autores llegó a vender 5000 ejemplares de su libro) pueden llegar a mantenerse con esa venta de mano en mano.

El fin de semana pasado, en las cercanías de la Biblioteca Mário de Andrade, al aire libre, cuatro de esos grupos de saraus se reunieron para hacer una suerte de ensayo previo al viaje a Buenos Aires, que, para ellos, representa la primera oportunidad de mostrar su actividad más allá de sus barrios y su ciudad. En medio de aplausos y un clima festivo, los participantes van pasando de uno en uno cuando los convoca un presentador. La heterogeneidad es la variable más fértil de estos encuentros: una poeta de edad recita versos con rimas escolares, un veinteañero reconvierte de manera impresionante un poema de Manuel Bandeira al hip hop, un señor de aire aristocrático recita un poema sobre el dolor que le causa Brasil, pero haciendo un collage con conocidas canciones y poemas de la tradición brasileña; otro le pone ritmo a su declamación y anuncia lo que deben sentir muchos: que el sarau del que participa (en su caso, el de Binho) simplemente le salvó la vida.

Los saraus que llegarán a Buenos Aires tienen la intención de exceder el marco formal de la Feria del Libro y presentarse también en barrios y milongas, una decisión que seguramente permitirá darle un cauce creativo a esta suerte de improvisación general contagiosa en que se cumple con el imperativo de que todo el mundo puede ser artista mientras quiera expresarse como tal.

MÚSICA Y POESÍA

No todo será, sin embargo, saraus. Los cruces de literatura y música -o de música y literatura- tendrán también un representante de lujo en Arnaldo Antunes (1960), quizá uno de los artistas más sofisticados de la escena brasileña actual. Prócer del rock brasileño por su participación en Titãs, banda clave de los años ochenta, Antunes desarrolló luego una extensa carrera solista y la notable experiencia musical de Tribalistas, un proyecto que llevó adelante con Marisa Monte y Carlinhos Brown. Antunes es, de todas maneras, mucho más que un músico. Es artista visual, performer y, desde el mismo comienzo de su carrera, una figura con peso propio en el campo poético, donde suele ser antologado sin condescender a la rareza del músico que escribe. Esa múltiple faz tendrá su reflejo en el encuentro porteño: Antunes dará un concierto, pero además presentará Palabra desorden (Caja Negra), flamante selección bilingüe de sus trabajos escritos, traducida por Ivana Vollaro y Reynaldo Jiménez.

Si alguien espera que su poesía sea la simple extensión de una lírica de sentimientos probados (como pasa con tantas letras musicales), se encontrará con una sorpresa mayúscula. Antunes no escribe sobre la trivialidad de amores perdidos, sino como un heredero inevitable de la poesía concreta ideada en los años cincuenta por los hermanos Haroldo y Augusto de Campos en la misma San Pablo, donde sus huellas se hacen notar (la Casa Das Rosas, el lugar de encuentro de los concretistas, es de hecho hoy un museo en su homenaje). Antunes es un cultor contemporáneo de esa vertiente que sabe lidiar con los sentidos, los significantes, las imágenes y, también, las tipografías para, más que hacer un libro, como sugiere Gonzalo Aguilar en el prólogo a la edición de Palabra desorden , producir "una cosa con volumen, textura y duración".

LA NARRACIÓN DE SAN PABLO

Aunque por momentos se tenga la tentación de tomar la parte por el todo, San Pablo no es ni mucho menos sinónimo de Brasil en su conjunto. Muchos de los más importantes narradores de la actualidad pertenecen o están vinculados a otras ciudades y regiones (João Gilberto Noll, Sérgio Sant'Anna, Bernardo Carvalho, Milton Hatoum), pero la presencia de San Pablo en Buenos Aires no dejará de traer a autores de peso, aunque todavía poco frecuentados por el lector argentino. Además de Marçal Aquino y Marcelino Freire, uno de los autores que llega casi en silencio es Reinaldo Moraes (1950). Su novela Pornopopéia (2005), que no fue traducida aún al castellano, propone una profunda inmersión, de lenguaje barroco y desenfrenado, en el lado oscuro de San Pablo, de la mano de un cineasta fracasado, y está considerada por muchos críticos una de las más notables piezas literarias de la última década.

Otro narrador, que está dejando de ser un secreto, es Ricardo Lísias (1975), del que Adriana Hidalgo presentará durante la feria El libro de los mandarines (que ganó el Premio São Paulo de Literatura 2010), centrado en un ejecutivo paulista, con toques delirantes, que sueña con dirigir la filial de su empresa en China. Lísias, que en 2012 publicó El cielo de los suicidas , sobre la muerte de un amigo, causó temblores en el medio cultural el año pasado con otra obra que toma datos de su experiencia personal y refleja entresijos de la sociedad paulista. Divorcio es un retrato a medias verídico, a medias ficcional sobre la separación del protagonista (que lleva el mismo nombre y apellido del escritor), que, cuatro meses después de casado, encuentra el diario personal de su mujer.

También llegará Andréa del Fuego (pseudónimo de Andréa Fátima dos Santos), conocida en la Argentina por Los Malaquias (Edhasa), novela que cuenta una historia familiar con derivaciones mágicas que, se diría, la emparientan con cierta literatura latinoamericana. Cuando se le pregunta por esa supuesta filiación, Del Fuego la desestima con cortesía. En su opinión, su historia se vincula más con cierta tradición narrativa portuguesa que con una recuperación del realismo mágico del que, asegura, lo separa la muralla de la lengua.

Aunque nació en San Pablo, Del Fuego creció en un pueblito de Minas Gerais y sostiene que, si no fuera por el hervor cultural de la ciudad en que nació y vive, hoy seguramente continuaría en su lugar de crianza, convertida en costurera. Su llegada a la literatura tuvo que ver con la casualidad de mostrar unos cuentos eróticos a un amigo que decidió publicarlos (de ahí el seudónimo, que alude a una famosa vedette de los años cincuenta). "Yo pertenezco a la generación del 00 o del 10, por llamarla así, pero soy una heredera indirecta de la generación de los 90. Sin esa red de autores que se conformó en la ciudad, seguramente nunca hubiera pensando siquiera en publicar. Mi primera editorial, de hecho, era muy simple: consistía de una sola persona con su computadora."

¿Qué es lo que hace la literatura de una ciudad? Probablemente el grupo de entusiastas que la escriben, la editan, la hacen circular y le dan vida permanente. Pero a veces también se dan modestas contravenciones a esa fascinación por el presente. A la lista de invitados el lector argentino debería sumar a una infiltrada, una autora de San Pablo que no comparecerá en Buenos Aires por razones obvias: murió en 2004. La publicación de dos novelas de Hilda Hilst ( La obscena señora D y Cartas de un seductor , editadas por El Cuenco de Plata) es, por sí sola, dada la casi nula circulación de su obra en castellano, un acontecimiento incalculable, un efecto casual y colateral de esa ebullición paulista que, en su desmesura, permite hasta lo que no preveía: el descubrimiento de un clásico oculto.

Algunas actividades previstas en la feria

Saraus. Entre los colectivos poéticos que se presentarán en la feria figuran Poesia Maloquerista; Sarau do Binho; Á Plenos Pulmões Pezão; Sarau do Burro, Quilombaque y Marginaliaria.

Debate. Fabrício Corsaletti, Alberto Martins y Ricardo Lísias discutirán sobre traducción el 1 de mayo, a las 16.30.

Arnaldo Antunes. Dará un show en el Pabellón de San Pablo el 3 de mayo a las 20.30.

Marcelino Freire. Presentará el 9 de mayo, a las 19.30, en el stand su libro Nuestros huesos (Adriana Hidalgo).

Andréa del Fuego. El 11 de mayo, a las 18.30, hablará con el público.

Funky, rap, hip hop y criolo que generan nuevas líricas



AN PABLO

La vorágine cultural paulista late en la Feria del Libro

La cultura periférica paulista se instaló en la 40ma. Feria del Libro con un colorido stand que recibirá más de 150 artistas y escritores como el ex Titas y Tribalistas Arnaldo Antunes, Ferréz y Marcelino Freire mediante performances, música en vivo, charlas literarias y saraos, reuniones informales de poesía y música que llegarán al Malba, Villa Lugano y la cárcel de Devoto.

La geografía del pabellón Amarillo se interrumpe con las enormes y coloridas telas -rectángulos de seis metros de alto por 1,50 de ancho- que penden sobre el stand de San Pablo, una isla de madera de 144 metros cuadrados donde se darán cita la escritora Andrea del Fuego, autora de "Los malaquías" y Ricardo Lísias, el escritor de "El libro de los mandarines", así como traductores e ilustradores.

Las inmensas telas fueron pintadas por el colectivo Jamac, creado por la reconocida artista plástica Monica Nador hace años, cuando dejó las comodidades de su departamento en un selecto barrio de San Pablo para instalarse en los Jardims de Santo Andre, localidad de las márgenes donde construyó su casa-taller de pintura mural, stensil sobre tela y xilografía para trabajar con los moradores del barrio.

"Monica es una artista que se cansó de los museos cuando entendió que ella deseaba que su arte fuera útil -entre otros el Moma de Nueva York y el de Arte Moderno de San Pablo-, por eso se instaló en la favela e inició este proyecto autónomo en el que la ayudó su reconocimiento internacional", explicó a Télam Daniela Prado, psicoterapeuta que la asiste en este emprendimiento.

Organizada por la Biblioteca Mario de Andrade, la presencia de San Pablo como ciudad Invitada de la 40ma. Feria del Libro forma parte de "un compromiso político para promocionar y ayudar a los autores y poetas independientes que no cuentan con apoyo comercial ni editorial" y por eso "la periferia se vuelve central aquí".

Así lo explicó el director de esa institución, Luiz Bagolin, quien describió a la periferia como "un caldero efervescente de nuevas formas: funky, rap, hip hop y criolo que generan nuevas líricas".

Estos artistas, consignó Bagolin, "no se prenden al mercado y la violencia que provocó años de ausencia del Estado en sus barrios es transformada en expresiones político artísticas muy ricas".

El primer sarao se realizará este domingo a las 18.30 en el stand, donde se reiterará el 29 y 30 de abril a las 18, el 1 de mayo a las 20, el 2 de ese mes a las 17, el día 3 a las 15, el 6 de mayo a las 20, el 7 de mayo a las 15, el 8 a las 18.30, y el 9 y el 10 a las 16.30.     

Grafitis y bailes son los otros componentes de esos espacios que desde los 90 proliferaron en San Pablo y que se llegarán hasta el Galpón Cultural Piedrabuenaarte de Villa Lugano -espacio de formación, recreación y producción para los artistas y las personas que más lo necesitan ubicado en Zuviría 6654- el lunes próximo y el 5 de mayo a las 16.

Los saraos alcanzarán también la Cárcel de Devoto, el miércoles próximo y el 8 de mayo a las 10, la cual el 1 de mayo, también a las 10, funcionará como escenario de una charla sobre edición independiente que dictará al historiador y educador Alan da Rosa.

"La cultura es un elemento de pacificación de los territorios muy importante, más efectivo que cualquier operativo externo porque permite a las comunidades cuidarse a sí mismas; y también es una reacción a la violencia", señaló en este sentido el alcalde paulista, Fernando Haddad.

Así, Antunes presentará su nuevo libro, "Palabra desorden" (Caja Negra) el próximo viernes a las 20.30; y al día siguiente a la misma hora desplegará su faceta musical en el Pabellón; mientras que Freire presentará el libro "Nuestros huesos" el 9 de mayo a las 19.30 en el stand y, una hora más tarde, junto a Ferréz hablará sobre literatura marginal.

"La periferia se transforma en centro como acción simbólica", resumió Juca Ferreira, secretario de Cultura paulista recordado como el ministro de Cultura que sucedió a Gilberto Gil tras su dimisión en 2008 a esa cartera a nivel nacional.

En tanto subrayó la "importancia de inclusión" en torno a esta presencia que hasta el 12 de mayo mantendrá en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), ubicado en avenida Figueroa Alcorta 3415, una intensa programación de filmes fundamentales de la cinematografía paulista.

"La violencia es la exclusión que emana de ambientes degradados y estigmatizados, y la cultura va contra eso construyendo autoestima", concluyó Ferreira.