"A miles de pasos de nuestra casa, exótica y sin zapatos, estás mirándonos. Yo no te veo, pero adivino tu desnuda suerte. Nos vigilas. A veces te escucho y creo que estornudas. Eres la única cosa libre que se pasea por la tierra. Y no sabes esconder tu orgullo. No importa si tienes los dientes torcidos, porque te veo perfecta".
En "La perfecta otra cosa", de Fernanda García Lao. Editorial El Cuenco de Plata
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