JOY HARJO
Estados Unidos, Nación Muskogee, 1951
ESTE ES MI CORAZÓN
Este es mi corazón. Es un buen corazón.
Teje una membrana de niebla y fuego.
Cuando hacemos el amor en el mundo de las flores
Está tan cerca de ti que puede cantar
en un lenguaje demasiado torpe,
para las palabras humanas.
Esta es mi cabeza. Es una buena cabeza.
En su interior zumba un enjambre de preocupaciones.
¿Cuál es la fuente de este misterio?
¿Por qué no puedo verla aquí, en este preciso momento
tan real como estas manos que unen el mundo
a golpes de martillo?
Esta es mi alma. Es un buen alma.
Me dice, “Ven aquí olvidadiza.”
Y nos sentamos muy juntas
Cocinamos algo para comer,
luego sorbemos algo dulce,
para la memoria, para la memoria.
Este es mi canto. Es un buen canto.
Camina desde siempre los límites del fuego y el agua
ha trepado las costillas del deseo para dedicarte su canto.
Sus alas recién nacidas tiemblan en su vulnerabilidad.
Ven recuéstate a mi lado.
Pon tu cabeza aquí.
Mi corazón está tan cerca que podrá cantar.
CANTO DE LA MAÑANA
El rojo amanecer está ahora reordenando la tierra.
Pensamiento por pensamiento. Belleza por belleza.
Toda salida del sol un peldaño en la escalera.
Pensamiento por pensamiento. Belleza por belleza.
La escalera la columna vertebral de la titilante deidad.
Pensamiento por pensamiento. Belleza por belleza.
Niño que giras en la tela de araña de tu madre.
No temas.
Anciano que cruzas el umbral. No temas. No temas.
El rojo amanecer está ahora reordenando la tierra. Cada salida de sol un
( peldaño en la escalera.
Pensamiento por pensamiento, belleza por belleza.
La escalera la columna vertebral de la titilante deidad.
Pensamiento por pensamiento, belleza por belleza.
Niño que giras en la tela de araña de tu madre.
No temas.
Anciano que cruzas el umbral. No temas. No temas.
UN MAPA PARA EL PRÓXIMO MUNDO
para Desiray Kierra Chee
En los últimos días del cuarto mundo yo deseaba crear un mapa para aquellos que
ascenderían a través del agujero en el firmamento.
Mis únicas herramientas fueron los deseos de los humanos mientras emergían de los campos
de la muerte, de los dormitorios, de las cocinas.
Pues el alma es una vagabunda con muchas manos y pies.
El mapa debe ser de arena y no puede ser leído bajo una luz común. Debe trasladar el fuego
a la próxima tribu, para la renovación del espíritu.
En la leyenda se encuentran las instrucciones acerca del lenguaje de la tierra, cómo nos
olvidamos de reconocer el don, como si no estuviéramos en él o no lo encarnáramos.
Toma nota de la proliferación de supermercados y paseos de compras, altares del dinero.
Ellos describen con exactitud cómo nos alejamos de la gracia.
Lleva el registro de tus errores y olvidos, la niebla roba nuestros niños mientras dormimos.
Flores de ira brotan, rozan la depresión. Allí de la furia nuclear nacen monstruos.
Árboles de ceniza le brindan su despedida a la despedida y el mapa aparece para desaparecer.
Ya no sabemos el nombre de los pájaros que están aquí, tampoco cómo dirigirnos a ellos
(por sus nombres personales.
Hubo una vez en que lo sabíamos todo en esta exuberante promesa.
Lo que te estoy diciendo es real y está escrito en una advertencia en el mapa. Los olvidos nos acechan, caminan por la tierra detrás de nosotros, dejando un rastro de pañales desechables, agujas y sangre desperdiciada.
Pequeño, tendremos que conformarnos con un mapa imperfecto.
El lugar de entrada es el mar de la sangre de tu madre, la pequeña muerte de tu padre mientras anhela reconocerse en otro.
No hay salida.
El mapa puede ser interpretado a través de las paredes del intestino –una espiral en el camino de la sabiduría.
Viajarás a través de la membrana de la muerte, percibirás el aroma de la comida que viene del campamento de nuestros parientes, es un festín de carne fresca de ciervo y sopa de maíz en la Vía Láctea.
Ellos nunca nos abandonaron, nosotros los abandonamos por la ciencia.
Y cuando respires nuevamente mientras entramos en el quinto mundo no habrá instrucciones ni una guía con palabras que puedas llevar contigo.
Tendrás que navegar guiándote por la voz de tu madre, renovar la canción que ella entona.
Los planetas despiden el brillo trémulo de un coraje fresco.
Que ilumina el mapa impreso con la sangre de la historia, un mapa que tendrás que conocer a través de tus propias intenciones, por medio del lenguaje de los soles.
Cuando emerjas observa los rastros de aquellos que mataron a los monstruos, el sitio donde ellos entraron en las ciudades de luz artificial y mataron aquello que nos estaba matando.
Verás rojos acantilados. Son mi corazón, contienen la escalera.
Un ciervo blanco vendrá a recibirte cuando el último de los humanos ascienda desde la destrucción.
Recuerda el pozo de la vergüenza señalando ese momento en el que abandonamos nuestro espacio tribal.
Nunca fuimos perfectos.
No obstante, juntos realizamos el viaje sobre esta tierra, la que una vez fue una estrella y cometió los mismos errores que los humanos.
Podríamos equivocarnos nuevamente, dijo ella.
Para hallar el camino es crucial comprender esto: no existe ni principio ni final.
Tú tendrás que trazar tu propio mapa.
Joy Harjo nació en Tulsa, Oklahoma, Estados Unidos, en 1951. Pertenece a la Nación Muskogee. En la Universidad de Nuevo México realizó estudios de pintura y teatro. También escribió canciones para una banda de rock, Poetic Justice, de la que ha sido cantante y también intérprete del saxofón. Ha publicado, entre otros, los libros de poemas: The Last Song, 1975; What Moon Drove Me to This?, 1979; She Had Some Horses, 1983; Secrets from the Center of the World, 1989; In Mad Love and War, 1990; The Woman Who Fell from the Sky, 1994; The Good Luck Cat, 2000; A Map to the Next World, 2000; How We Became Human: New and Selected Poems: 1975-2001, 2002; A Map to the Next World: Poems and Tales, 2001. También ha publicado en revistas tales como Massachusetts Review, Ploughshares, River Styx, Contact II, The Bloomsbury Review, Journal of Ethnic Studies, American Voice, Sonora Review, Kenyon Review, Beloit Poetry Review, Greenfield Review y Puerto del Sol. Ha enseñado en la Universidad de Colorado, en la Universidad de Arizona, en la Universidad de Nuevo México y en la Universidad de California. Su obra poética ha recibido múltiples reconocimientos en norteamérica, entre ellos el William Carlos Williams Award de la Poetry Society of America, por el mayor libro de poesía, en 1991.
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