domingo, 13 de diciembre de 2009

Elvira Orphée: "...el lenguaje femenino es distinto que el del hombre. El perora, ellas dejan intuir. "

Fragmento de entrebista realizada por Marianella Collette en Fenrero 2007.


MC: ¿Percibes que la literatura escrita por mujeres está reivindicando este espacio femenino?
EO: Siento la diferencia entre literatura masculina y femenina cuando encuentro poesía en una novela. Ellas aman. Ellos planean revoluciones en bares y palean por las mujeres. Creo más en el espacio humano que en el de los sexos, pese a haber nacido feminista sin saberlo. Hay novelistas hombres con gran carga de poesía. No relaciono yo, sino su enamorado, a la protagonista de La muerte y los desencuentros con el nombre que él le pone, Artemis, por su belleza andrógina, su coraje y su capacidad de amar heterosexualmente, conquistando o conquistada, virgen o diosa de los mil pechos que amamantan.

MC: Tu cuento “Las viejas fantasiosas” tiene reminiscencias de las brujas que conocen el arte de la magia ¿por qué crees que se le tiene tanto miedo a esta forma de poder sobrenatural femenino?
EO: Se tiene tanto miedo al poder femenino porque se sabe oscuramente que son ellas las conductoras de la vida y de la muerte. Todo lo que nace es para morir. En el período neolítico, fueron las diosas las Señoras del cielo, la tierra y el submundo. Hoy ya ni es necesaria para la especie la presencia del hombre. Unos tubitos pueden suplantarlos para siempre en la concepción. Y es posible que la forma de decir de la mujer, mientras no quiera imitar al macho, encierre un poder sobrenatural que mata de a poco: “La muerte de espuma, buscándote a ti que fuiste el lugar del amor”.

MC: ¿Cómo percibes que la literatura de mujeres está reivindicando ese espacio femenino.

EO: No por reminiscencias de brujas ni por la persecución masculina que sufrieron. Sé que mis libros son apreciados por mujeres y poetas. Deduzco un lazo entre ambos. Claro que el lenguaje femenino es distinto que el del hombre. El perora, ellas dejan intuir. Claro que hay muchas excepciones entre los escritores hombres. Las de aquéllos que tienen un alma casi sin contiendas terrestres. Creo que la mujer se relaciona con el poder de una forma distinta, por su seducción -su magia, digamos- y su innegable inteligencia. Hoy imita con éxito las argucias del poder masculino. Ojalá no pierda sus poderes naturales, aun ignorándolos.

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