domingo, 10 de noviembre de 2024

Soñando que todavía pudieran hacerme daño

 Muy loco el motivo, el modo, el agente y mi modo de reaccionar!!!

Yo estaba como ahora rejubilada pero me llamaban de media 5 porque había un problema con mi suplente y la secretaria (una mina petiza, pelirroja, real pero no me acuerdo el nombre, que trabajó en el merca hace mucho) me decía si podía hacerle el favor de cubrir dos horas en 3er 2da. Yo decía que sí, iba como si nada, pescaba a les pibis desparramades por ahí, hasta veía a los que habían sido mi 3ero hace dos años y que estaban en año final y les cargaba con que entraran conmigo al aula de 3ero. Daba mi clase como si nada, como si nos hubiéramos visto la semana anterior. Les pibis ni chistaban ni les sonaba raro.

Cuando salía, pesadilla repetida, no sabía con qué curso seguir, empezaba a buscar preces, la escuela era con escaleras enormes, exterior como la universidad de Morón, yo andaba en ojotas y me costaba por esos pisos lustrados, tenía puestos estos camisones de bambula que uso medio rotos y encima una solera y un chal y se me caía todo y me paraba en los pasillos a acomodarme y se me veía una teta tipo griega.

Me encontraba a la misma secretaria que me decía que no, que ni se me ocurriera entrar a donde estaba dando clases el señor XX. Yo le preguntaba quién era. Tu suplente, me decía, como un misterio, como alguien muy respetado. Y por lo bajo me contaba que me habían denunciado, que corría riesgo de ser apartada de mi jubilación, de quedarme sin nada. Que la que me había denunciado era C (nombre completo, cara que coincide con examiga real) porque yo estaba dando el clase una novela de Puig que coincidiía con mi vida privada y hablaba de sexo con mi marido negro. Yo le decía que no podía ser, que qué tenía que ver mis contenidos con mi exmarido y que si yo no hubiera tenido hijos con él nadie se enteraría de que sea negro. Le decía que justo la noche anterior me había encontrado con la C en una reunión de no sé qué y habíamos hablado rebien y yo hasta le había dicho que la extrañaba y que viniera a visitarme a mi nueva casa. Y yo venía su típica cara de asco, de "qué desubicada que sos", de mentirosa, de víbora.

Me volvía a los pasillos a buscar algún directivo que me explicara mi situación. Buscaba a L (dire de media5), no estaba en el segundo piso donde encontraba al representante legal (?) (era un prece del Páscoli que me gustaba en alguna época) que estaba haciendo papeles y no me daba bola, bajaba al primer piso y ahí estaba L. Hasta lo abrazaba y le decía que lo entrañaba, pero él no sabía nada de mi denuncia. Veía a G (director muerto de la escuela) entrar en su oficina, lo seguía pero me cerraba la puerta en la cara. Yo empezaba a sentir que lo de la denuncia era una wevada y total el sueldo de jubilada me seguía llegando bien. 

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