"Mamá cumple 75 años"
Cinco cuyes han caído
degollados, sacrificados, a tus pies de reina vieja.
Sangre celebra siempre tu cumpleaños, recíbela
en una escudilla
donde pueda cuajar un signo brillante
además del cuchillo.
La bombilla de luz coincide con tu cabeza dormida
y te aureola: comenzamos a quererte
con cierta piedad,
pero tus ojos
tus ojos se abren rápidos como avisados, y revive en ellos
un animal de ternura demasiado severa.
Tus ojos de ajadísimo alrededor
son el resto indemne
del personaje central que fuiste entre nosotros,
cuando alta y enhiesta
alargabas el candil hacia la oscuridad
y llamabas susurrando
a nadie. Las sombras en el muro y los gatos
detrás de la frontera terrible
eran inocentes. Tú, señora, eras el miedo.
Cinco cuyes pronto estarán servidos en la mesa.
Otros eran los del rito curador, los de entrañas abiertas
y sensitivas
que revelaban nuestras enfermedades.
Éstos son de diente, de presa. No dirán
que tú eres nuestra más antigua dolencia.
En José Watanabe, Historia natural.
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