Como otras historias que me gustan, es la "continuación" de relatos épicos tradicionales. Es decir, cuenta lo que pasa después, lo que les pasa a les que quedan, a les que no fueron héroes, a les secundaries, a les perdedores. Si un relato épico termina con el fin de la guerra, con la huída a América en barco, o con el fin de la expedición y el hallazgo del monstruo, o con el encuentro del amor y la quietud de sus vaivenes, esta novela cuenta qué pasa cuando toda la vida te queda la guerra en la memoria, cuando los episodios vividos por otres en el barco te cambian la vida, cuando sos la hija del explorador loco, violador, apropiador, fracasado, cuando el amor no es amor o no se le parece, cuando el monstruo es miles de monstruos y aparece por todos lados y no podés ni sacarle una puta foto ni hacer que ningún científico te crea ni que la realidad sea explicable ni comprensible.
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