miércoles, 15 de noviembre de 2023

No puede ser la muerte una nada para un pájaro

 "Cuando me muera"

«Disparen nomás, estoy
acostumbrado a morir»
(de un relato oral)
cuando me muera deberé cruzar el río
qué perro hará de guía si no tengo
un perro flaco que olerá mi cobardía
irá a mi lado
y estará la vieja en la balsa
le entregaré dos llankas
para que me cruce
las piedras arrancadas de cuajo
de mi garganta
de mi estómago
crecidas en los dolores
en los gritos que no pude gritar
cuando se agrandaban mis ojos
y hacía que vivía
entregaré esas piedras
y no habrá más
seguro lágrimas
porque no pude encontrarle el secreto a esta vida
porque me fui
detrás de los fantasmas
buscando tramas
y arañas
y cántaros
y hojas
¿reconocerá la vieja su valor?
subiremos con mi perro
La balsa se deslizará en la tarde
hacia el oeste
arribaremos
y tiene que estar allí mi hermana menor
tiene que estar
no puede ser la muerte una nada para un pájaro
para quien ha pintado con pinceles el fuego
ella tendrá cicatrices visibles en los ojos
sus ojos más certeros aún
hurgarán en mí
hasta sacarme las espinas
me dibujará el rostro con sus dedos
una huella de choique
arderá el fuego sobre piedras azules
comeremos corazones palpitantes
y mi hermana pintará un kultrun en el aire
con la sangre
después no sabré
si soy un caballo
o un resuello
si es el viento una trutuka
y saldremos galopando
a desparramar las estrellas del río
y en el movimiento circular
sabré de una vez
qué es ser un guerrero que corre libre hacia la muerte
qué visiones lo ardían
regresaremos al mallín
y habrá la gente alrededor del fuego
las ollas tiznadas y la luna
y cada hoja de los álamos brillando
entonces me recordaré
de ellos tan lejos
y moriré de nuevo
de los barrios planes de vivienda
creciendo en vértigo
en la ciudad con horizonte
las bolsas de nylon y las estrellas allí
entre los cables del alumbrado público




Liliana Ancalao

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