jueves, 23 de marzo de 2023

Una cuna sin tiempo

 

Niní Bernardello


Tres para Moreira

1


Pulsionó la boca bicolor
y soltó una arremetida
mujiente con brillos
de plata repujada.
Polvillo de pulpería
depositado entre las manos.
La garganta con caña
se afina, dijo Moreira
y su boca contuvo
largo rato el trago
calentándolo.
Mirálo ahora
junto a Navarro
cuando echa adentro
de su boca
ese buche cálido
de varón a varón
estremecidamente
volcado
bajo las estrellas.


2


¿Qué me viene de vos, Moreira?
Altivo en tu chiripá negro
barba como de seda suave
Crece en mi tu imagen
destituida por el orden
Viene de tu criba
pudorosa y de esa daga
de madera pintada
Primor de circo pobre
Desmadrado perfil
sube a mí usurpando
un beso de pasión
apasionado
en real prenda de amor
dado
Te vi Moreira
y no me callo


...


Se fue Moreira al claustro
de las estrellas. Dejó su pasión
en una pared encalada y ajena.
Hubiera querido entender
de golpe, su misterio. Me digo:
es la vida nuestra de compadres
peones y capataces entreverados
a gritos, oliendo a tabaco negro
y alcohol barato. Pienso porqué
a la suerte se le antojó siempre
sangrar de este lado de la vida.
Morir, morirnos sin chistar
mirando el cielo o al suelo.

 

Sombras

Las sombras que la vida destinó a Juan
eran tuyas y mías y tuyas. Vuelve el dedo
cósmico a señalarte frío, distante. Apenas
tocado, caés tembloroso de tu bicicleta,
del caballo, de tu rincón. Sin más una voz
pregunta: ¿soy yo el mismo ahora, ahorita
regresando de una cuna sin tiempo?

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